Sin pleno aviso, sus vidas fueron cegadas en atentados criminales dirigidos a abogados en distintas partes del territorio hondureño, provocando luto y dolor en sus familias.
Al menos siete personas han muerto en esas circunstancias en los últimos cinco años, quienes eran personas particulares que se encontraban en el momento y lugar equivocado cuando los profesionales del Derecho fueron atacados por sicarios.
El caso más reciente es el asesinato de Douglas Yovanni Barahona Figueroa (42), quien falleció en la balacera contra la abogada penalista Mercedes Mirian Izaguirre del Cid (54) a cercanías de una pulpería situada a una cuadra y media de los Juzgados de Letras de lo Penal de Francisco Morazán.
Durante el hecho acaecido el pasado 20 de agosto, el infortunado se encontraba sentado en una banca del negocio, siendo alcanzado por las balas de la fatal agresión en perjuicio de la jurista y cuyo cadáver quedó en el lugar.
Trascendió que Barahona Figueroa era uno de los clientes de Izaguirre del Cid, pero conforme a relatos de familiares que acudieron a reclamar sus restos mortales a la morgue del Ministerio Público (MP), el occiso era un conductor de buses y taxis, residente en la colonia La Travesía y había llegado a la pulpería de ese sector a tomarse un refresco.
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Otros casos
El 23 de marzo de 2013, el cadáver del profesional de las Ciencias Jurídicas, Said Alfredo Castrillo Valenzuela (28) fue encontrado al interior de una camioneta junto al de un colombiano identificado como Fernando Sanabria Díaz a pocos metros de su vivienda ubicada en la colonia San José del Pedregal, de la ciudad de San Pedro Sula.
Ambos cuerpos tenían heridas de objeto cortopunzante y los victimarios intentaron prenderle fuego al vehículo, pero solo se incendiaron los asientos del automotor.
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Mientras que el abogado Víctor José Carías Rivera (41) pereció el 21 de noviembre de 2013 cuando se encontraba departiendo con otros colegas en un negocio donde funcionaba una cancha de futbolito, car wash, venta de comidas y bebidas, pero en el atentado también perdió la vida Gerardo Antonio Arguijo Romero (40).
La víctima era licenciado en Mercadotecnia y propietario del establecimiento comercial ubicado a proximidades de los juzgados capitalinos.
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