Tegucigalpa

La majestuosa Casa Walther, ícono del emblemático barrio La Leona

Construida en 1902 por el médico de origen alemán Gustavo Adolfo Walther, recorrer su interior es toda una aventura, pues en ella se encuentran valiosas colecciones que incluyen enciclopedias y libros de medicina

FOTOGALERÍA
29.07.2016

Tegucigalpa, Honduras
Con un marcado estilo colonial y moro e inspirada en los antiguos castillos europeos, así es la Casa Walther, ubicada en el emblemático barrio La Leona.

La historia sobre esta majestuosa mansión se remonta a 1880, año en el que arriba al país el joven médico Gustavo Adolfo Walther, de origen Alemán.

Walther, a quienes sus cercanos amigos le llamaban “el Colochón”, llega al país de casualidad como galeno de un barco acorazado que sufrió daños al arribar al puerto de Amapala, en la zona sur del país.

Quiso la casualidad que el joven que venía con el propósito de investigar sobre la malaria y paludismo en Honduras se conociera con el presidente Manuel Bonilla, quien lo invitó a trasladarse a Tegucigalpa y de quien fue no solo su amigo sino su médico de cabecera.

Majestuosa
Según la historia que revela la actual administradora de la Casa Walther, el doctor se enamoró de Tegucigalpa, de sus calles empedradas, su clima fresco, topografía, los frondosos bosques de El Picacho.

En poco tiempo el extranjero mostró su pasión por la arquitectura y de esto habla la magnífica construcción que hizo en el cerro de La Leona, a la que bautizó con el nombre de La Alhambra, pues fue inspirada en la Alhambra española.

En los primeros albores del siglo XX, en 1902, el médico construye la Casa Walther, ubicada a un costado de la desaparecida Alhambra.

En la mansión Walther, ubicada en sector conocido como El Trocadero, funcionó un hospital y clínica privada.

Adentrarse a este recinto construido con piedra de cantera y techo de teja es toda una aventura histórica, ya que en su interior se guardan valiosas reliquias.

Entre estas se pueden mencionar obras literarias y enciclopedias antiguas sobre medicina, escritas en idioma alemán. Asimismo, hay piezas recuperadas de la extinta alhambra, como escudos, esqueletos de animales, esculturas representativas de etnias y razas, entre otras colecciones no menos importantes.

Toda esta joya arquitectónica e histórica es un ícono del barrio La Leona, pero lo que más destaca en ella es el mirador, desde donde se puede apreciar en su totalidad la Tegucigalpa antigua y moderna, además del monumento Cristo de El Picacho.