Por amenazas del cobro de extorsión suspenden el servicio de transporte de buses 'brujos' en la colonia Arturo Quezada.
Dirigentes de los denominados buses brujitos que cubren la ruta Quezada-Centro aseguraron este lunes que asignar un militar en cada unidad sería un paliativo para evitar el cobro del 'impuesto de guerra' que los está afectando, pero no soluciona el problema por lo que exigieron mayor agilidad y respuesta por parte de las autoridades del gobierno y fuerzas de seguridad.
La decisión de suspender el servicio de buses brujos o ilegales en la colonia Arturo Quezada de la capital, se produjo en las últimas horas, esto debido a el cobro de la extorsión.
En ese sentido, uno de los propietarios de esas unidades que circulan ilegalmente, cuya identidad se la reservó por motivos de seguridad mencionó que 'aquí se tiene que tomar en cuenta la situación tanto legal, más seguridad de poner un militar porque no lo tenemos ninguno de los busitos ilegales aquí en Tegucigalpa'.
'Más que todo tiene que ver con la toma de conciencia ya que nosotros también somos hondureños y esperamos que el gobierno agilice, pero necesitamos respuestas para poder solventar esta situación', agregó.
Según informó uno de los dirigentes de este rubro del transporte, el pasado fin de semana los conductores de las unidades recibieron amenazas de un nuevo grupo de extorsión, motivo que obligó a parar las unidades.
Los dueños de las unidades, ya no soportan el pago del impuesto, ellos también trabajan para sus familias, por eso ya no seguirán trabajando hasta nuevo aviso, explicó el dirigente.
Son unas 22 buses que no salieron a trabajar, y que obligó a que muchas personas caminaran a sus lugares de trabajo o buscaran otro opción para trasladarse.
Este sector del transporte mueve unas ocho mil personas diarias solo en la colonia Arturo Quezada.
'Hay varios factores que influyen en cuanto a la seguridad de nuestros compañeros y será de una respuesta de las fuerzas del orden para que nos brinden seguridad, a nivel de gobierno esperamos una respuesta, lastimosamente somos muchas familias que quedamos sin empleo, esto esta fuera de nuestras manos', dijo el transportista.
'Ha sido difícil, igual que las demás empresas de transporte ante el flagelo de la extorsión se ha vuelto insoportable, insostenible completamente'.
Les cobraban una cantidad variable de manera semanal para poder circular, siempre bajo amenazas e intidimidaciones, las cuales fueron denunciadas, pero no hubo respuesta alguna.
