Sucesos

Víctimas de masacre en Villa Unión eran tres hermanos y un sobrino

Los infortunados fueron sacados de su casa el domingo a las 3:00 de la madrugada por hombres armados que vestían uniformes militares y otros de civil con gorros pasamontañas y chalecos.
FOTOGALERÍA
30.08.2015

TEGUCIGALPA, Honduras

La madrugada de este domingo fue sangrienta en la colonia Villa Unión en Comayagüela. Tres hermanos y un sobrino fueron acribillados a balazos en una quebrada luego de haber sido sacados de su vivienda en forma violenta por hombres disfrazados de militares en la colonia Flor 1 en la misma zona.

Familiares identificaron a los fallecidos como José Omar Serén Amaya (30), Melvin Alexis Amaya (34), Elvin Omar Serén Amaya (17), ambos hermanos, así como a Juan Ángel Zúniga Alcerro (22), sobrino de los tres primeros.

Los cuerpos sin vida fueron encontrados alrededor de las 9:30 de la mañana en la quebrada que une a las colonias Villa Unión y Flor 1, hasta donde se presentaron las autoridades competentes a realizar el levantamiento y las investigaciones orientadas a establecer los móviles del crimen.

Debido a lo inaccesible de la zona, la fiscal de turno del Ministerio Público solicitó apoyo del Cuerpo de Bomberos para sacar los cuerpos inertes de la hondonada y trasladarlos a una parte plana para el reconocimiento legal.

Equipos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) iniciaron las averiguaciones en la escena del crimen con el fin de conocer los pormenores de la matanza y tratar de establecer los posibles móviles del cuádruple crimen.

Relación de hechos

Según relatos de testigos, alrededor de las 3:00 de la madrugada varios miembros de la familia dormían en su casa ubicada en el mencionado sector del noroeste de Comayagüela.

De repente, hombres fuertemente armados abrieron un pequeño portón de láminas del solar del inmueble, tocaron a la puerta identificándose como autoridad, pero no tuvieron respuesta de parte de las personas que estaban en el interior.

Al ver que no les abrían, los individuos derribaron la puerta, ingresaron y desconectaron los teléfonos celulares que los miembros de la familia tenían cargando.

Posteriormente, entraron a las habitaciones y tras someter a la impotencia a los cuatro varones, los sacaron y los llevaron hasta un carro pick-up doble cabina color dorado que tenían estacionado en una calle del sector.

Según lo relatado por un testigo, fueron entre cuatro y seis hombres lo que entraron al inmueble. Dos vestían uniformes moteados de militares e igual cantidad andaban de civil, con chalecos antibalas y cubiertos los rostros con gorros pasamontañas.

Los criminales se llevaron a los cuatro parientes en la paila del automotor, los bajaron por unas gradas y antes de llegar a la quebrada les dispararon a mansalva, provocándoles la muerte al instante.

Tres de los fallecidos quedaron juntos uno sobre el otro, mientras que el cuarto quedó a unos dos metros de distancia, todos metidos en la quebrada.

Una doliente dijo haber escuchado tres ráfagas de disparos, dos en la parte alta y la última en la fuente de agua.

Antes del hallazgo de los cadáveres, familiares de los infortunados se presentaron a las instalaciones de la DNIC en la aldea La Cañada con la esperanza de que estuvieran capturados, pero al no encontrarlos interpusieron la denuncia sobre lo sucedido.

Diligencias investigativas

Un equipo de la Sección de Homicidios de la DNIC realiza una serie de investigaciones orientadas a establecer los móviles del sangriento suceso y a identificar a los autores materiales.

Al proceso investigativo se sumaron detectives de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y de otros cuerpos de inteligencia con el fin de esclarecer el múltiple crimen.

Según una fuente policial, las investigaciones están orientadas a establecer la relación que el sobrino de los tres hermanos podría haber tenido con un hecho de violencia que se registró recientemente en una colonia ubicada en la carretera que conduce al departamento de Olancho.

Además, investigan el tipo de personas con las que se relacionaban las víctimas para formularse una hipótesis clara sobre la matanza y encontrar algunas pistas que puedan conducir a capturar a los malhechores.

Técnicos de la DNIC realizaron una inspección en el área donde ocurrió la matanza, pero según se supo, no lograron encontrar casquillos de bala, por lo que presumen que los asesinos limpiaron la escena del crimen para no dejar evidencias.