Honduras

Hondureños, presentes en beatificación de Arnulfo Romero

La Bandera Nacional de las cinco estrellas fue lucida por orgullosos hondureños que viajaron para ser parte del ritual que elevó a Romero a los altares católicos.
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23.05.2015

TEGUCIGALPA, Honduras

No solo el presidente Juan Orlando Hernández asistió en representación de Honduras a la beatificación del arzobispo Arnulfo Romero, en la capital salvadoreña.

Católicos catrachos asistieron también a la ceremonia en honor al mártir de una iglesia cercana a los pobres.

Hay que mencionar también la presencia de monseñor Óscar Andrés Rodríguez en la beatificación de quien fuera 'la voz de los sin voz'.

La Bandera Nacional de las cinco estrellas fue lucida por orgullosos hondureños que viajaron para ser parte del ritual que elevó a Romero a los altares católicos.

La ceremonia se extendió por dos horas y 40 minutos, y concluyó con el lanzamiento de fuegos artificiales.

A la celebración también asistieron delegaciones oficiales de varios países latinoamericanos, incluyendo los presidentes Rafael Correa, de Ecuador, y Juan Carlos Varela, de Panamá.

Cardenales y obispos del mundo entero estaban presentes en El Salvador para participar de la fiesta de la beatificación, que se aceleró notablemente tras la llegada de Francisco al papado.

Romero traspasa fronteras

En la ceremonia muchos oraban, pero Efraín Cruz, un joven costarricense que se prepara para sacerdote en un seminario en Guatemala, miraba fijo un enorme mural que colgaba de la pared de un edificio adyacente a la plaza.

'Yo también soy romerista', afirmó Cruz, quien admitió que monseñor Romero fue quien le inspiró 'la necesidad de ser sacerdote'.

'Fue formidable, un hombre al que debemos imitar, es un santo sin igual de los que ya no surgen en estos tiempos. Su amor por los pobres, el dar su vida por la iglesia... Yo también estaría dispuesto a ofrendar la mía por defender lo que defendió monseñor Romero', afirmó Cruz, quien llevaba una pequeña bandera de Costa Rica.

En tanto, Fernando Vallejo, un español que llegó esta semana a El Salvador por la beatificación, dijo que en su comunidad eclesial en Barcelona monseñor Romero 'es muy querido y admirado'.

'Es la santidad, el ejemplo como persona y como ser humano lo que ha hecho que monseñor Romero trascienda fronteras, no hay otra explicación. Él lucho contra ideologías, contra el desprecio a los pobres, y ahí esta su labor', comentó Vallejo.

Mientras, el colombiano Hermes Trujillo, de 45 años, dijo que 'esta es una bendición de Dios, es un regalo, un honor poder estar acá en San Salvador para vivir con todos los pueblos latinoamericanos esta beatificación'.

Maureen Roy, una estadounidense, describió el evento como 'maravilloso' y destacó que en la arquidiócesis de Chicago, donde vive, 'se conoce mucho el legado de monseñor Romero'.

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