Sucesos

Matan a conductor en Comayagüela

El vehículo que conducía la víctima quedó entre el parque La Libertad y el Palacio de Bellas Artes.

FOTOGALERÍA
19.04.2015

TEGUCIGALPA, Honduras

Catorce estremecedores sonidos interrumpieron su siesta. A su lado yacía el cuerpo ensangrentado de su padre.

Esta fue la horrorosa escena que vivió un niño de tan solo cinco años de edad que se conducía junto a su padre Carlos Leónidas Barahona Rubí, de 36 años de edad, quien fue asesinado por un pistolero que minutos después fue capturado por elementos de la Policía Militar.

El lamentable hecho ocurrió cuando Barahona Rubí se conducía junto a su pequeño, que iba en el asiento delantero, por la calle que está entre el parque La Libertad y la Escuela de Bellas Artes.

Cuando la víctima hizo el alto, un hombre armado, que aparentemente estaba a la espera de que Barahona Rubí transitara por el lugar, se acercó al automotor, un Toyota Corolla blanco con placas PDA-0585, y le disparó catorce veces. Milagrosamente el pequeño no recibió ningún impacto de bala.

Detención

A menos de una cuadra permanecía un par de elementos de la Policía Militar y al escuchar las detonaciones le dieron persecución al atacante que intentaba huir. Finalmente el malhechor fue capturado.

El hombre fue identificado como Juan Fernando Castillo Navarro, de 22 años, quien fue trasladado a una celda para presentarlo a la Fiscalía y continuar con el proceso que establece la ley.

El vehículo quedó con el motor y las lucen encendidas en un lugar donde en una cuadra existen al menos seis cámaras de seguridad.

En el momento que ocurrió el hecho que eran alrededor de las 11:00 de la mañana.

El detenido es originario de Tegucigalpa, con identidad número 0801-1993-02139, residente en la colonia El Pedregal, de Comayagüela, de oficio comerciante, soltero y será acusado por los delitos de homicidio y portación ilegal de armas, pues al momento que fue aprehendido no presentó los documentos del arma homicida.

Debía dinero

Uno de los agentes de la Policía Militar comentó que el responsable del hecho fue interrogado y dijo que le había quitado la vida porque el fallecido le debía una determinada cantidad de dinero y se lo había cobrado en reiteradas ocasiones, pero que no le había querido pagar y por eso tomó la determinación de liquidarlo.

El homicida permaneció con las manos cubiertas mientras se le hacían los exámenes forenses y determinar si fue él quien disparó el arma que le fue decomisada.

Casi de inmediato, agentes de la Policía Nacional y Militar acordonaron el lugar de la escena del crimen y no permitieron el paso de los vehículos.

Mientras que el vehículo en el que se transportaba la víctima fue cubierto con un plástico color amarillo.

Personal de Medicina Forense y agentes de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) reconocieron y levantaron el cadáver para luego ingresarlo a la morgue capitalina.