Tegucigalpa

Protestan por cierre de aeropuerto Toncontín a vuelos internacionales

Los manifestantes realizaron un plantón en la entrada de la terminal aérea. Coalianza abrió hoy el proceso de licitación para el proyecto de Palmerola.

26.03.2015

Tegucigalpa, Honduras

Un grupo de personas mantenía tomado el mediodía del jueves los accesos al aeropuerto internacional Toncontín, en la capital de Honduras, en protesta por el cierre a vuelos internacionales anunciado para 2017.

Los manifestantes reclamaron al gobierno de Juan Orlando Hernández por la determinación de trasladar las operaciones de Toncontín al aeropuerto de Palmerola en Comayagua, a unos 84 kilómetros de Tegucigalpa.

Familiares de trabajadores y particulares reclamaron que decenas de personas resultarán afectadas con la medida, pues en dos años la terminal aérea solo funcionará para vuelos domésticos.

El anuncio del cierre del aeropuerto capitalino fue hecho por Hernández a principios del mes. Entonces, el mandatario reveló que la terminal aérea quedará relegada como una base de emergencia militar.

Toncontín es el segundo aeropuerto con mayor flujo de pasajeros a nivel nacional, según cifras de la concesionaria Aeropuertos de Honduras.

Inicia licitación para aeropuerto de Palmerola

Esta mañana, la Comisión para la Promoción de Alianzas Público-Privadas (Coalianza) dio inicio al proceso de licitación para la construcción del aeropuerto civil en Palmerola, donde también funciona la base militar Soto Cano de la Fuerza Aérea de Honduras y la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo del Ejército de Estados Unidos.

'La idea es que podamos ser un país más competitivo a nivel de la región, a nivel de Centroamérica, en el sistema de un aeropuerto que cumpla con los estándares de pista y de terminal comercial, que nos permita buscar este inversionista-operador', manifestó Ramón Padilla, presidente de Coalianza.

La inversión privada estimada de Coalianza para el nuevo aeropuerto es de 90 millones de dólares, mientras el gobierno de Honduras pondrá una contraparte de entre 40 y 50 millones de dólares.

Esta contraparte nacional proviene del Fondo de Reconversión de Deuda con España.

Hasta el momento, siete empresas, entre ellas americanas, sudamericanas y europeas, han expresado su interés en el proyecto.