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Maradona, leyenda argentina y ácido comentarista en el Mundial

12.07.2014

BUENOS AIRES, Argentina

Diego Armando Maradona es la figura más importante de la historia futbolística de Argentina pero, desde su retirada de los terrenos de juego hace ya casi dos décadas, se ha convertido en una fuente constante de polémicas en torno a su figura.

El 'Pelusa', que ha comentado el Mundial desde Brasil en el programa 'De Zurda' del canal de televisión regional de origen venezolano Telesur, nunca se ha mordido la lengua y siempre ha dado su opinión de la forma más sincera y directa posible, lo que le ha ocasionado no pocos problemas.

Maradona se convirtió en un imán de grandes leyendas del fútbol y sentó en su programa conducido junto al periodista uruguayo Victor Hugo Morales a algunos tan famosos como él.

Entre ellos, el búlgaro Hristo Stoichkov, el chileno Iván Zamorano, los brasileños Arthur Antunes Coimbra 'Zico', Roberto Carlos, así como los colombianos Radamel Falcao, Carlos Valderrama y Faustino Asprilla.

Incluso le expresó a viva voz su admiración al delantero uruguayo Luis Suárez, luego de eliminar a Inglaterra con dos goles en primera ronda.

'Te quiero y te admiro Luisito querido', dijo en un programa que tuvo un toque de 'reality show' sobre su persona, del cual medios argentinos dijeron que le pagaron unos cinco millones de dólares por el mes del Mundial, pero la cifra nunca fue confirmada por la cadena.

El ídolo argentino es una personalidad casi omnipresente. Si juega Argentina ahí está el mito para dar su parecer, analizar los partidos y meterse en un charco tras otro. No en vano, ya ha protagonizado en esta Copa del Mundo hasta cinco momentos controvertidos.

El foco de todas sus iras ha sido Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que le relegó de su cargo como seleccionador nacional tras caer goleado 4-0, en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica-2010 ante Alemania, su rival en la final del domingo.

Desde ese momento comenzó una guerra abierta entre el máximo mandatario del fútbol argentino y el mayor ídolo del país.

Polémica tras polémica
En sólo un mes, Maradona ha denunciado la corrupción de la FIFA, ha criticado el control antidopaje al que se sometió a siete jugadores costarricenses tras su victoria ante Italia en Recife, le dedicó un gesto obsceno y tachó de perverso a Grondona y, tras la derrota 7-1 de Brasil en semifinales ante Alemania, se burló de la Canarinha.

'Brasil decime que se siete' entonó el exastro argentino, en lugar de 'siente', como dice este himno futbolero argentino con una letra de provocación hacia sus vecinos brasileños, en el programa 'De Zurda'.

Imposible hacer más en menos. El 'Pelusa' sigue siendo una figura central para Argentina. Sus palabras, por su claridad y contundencia, son siempre escuchadas con atención.

Fue el futbolista del pueblo, el que elevó a la Albiceleste al primer plano balompédico durante una década, el mejor futbolista de la historia junto al brasileño Pelé.

Durante el Mundial, Maradona ha sido un hincha más de Argentina, mostrando su apoyo y dando su aliento a sus jugadores. Siempre ha creído en esta generación y confía en ganar la final en el Maracaná de Rio de Janeiro el domingo.

+ Argentina-Alemania, final con sabor a revancha

'Otra vez Argentina en una final. La camiseta argentina que había perdido un poco el prestigio hoy lo vuelve a recuperar', valoró tras la semifinal ante Holanda en el programa en el que trabaja.

'Es muy bueno ver esta gente volviendo al Obelisco (habitual cita de festejos, en pleno centro de Buenos Aires), de volver a tener el prestigio y una selección que nos identifique', añadió.

El exatacante, antes de empezar el torneo, ya colocó a Argentina como campeón, en una apuesta valiente que hoy se confirma como acertada.

'Argentina puede ganar el Mundial. Hay que darle crédito a (Alejandro) Sabella', sostuvo en una conversación telefónica en el canal C5N.

A sus 53 años, Maradona sigue en el primer plano informativo. Levantó la Copa del Mundo, como jugador, hace ya 28 años, en México-86 y, a buen seguro, sueña con volver a hacerlo desde su nuevo posición, siempre directo, siempre sin tapujos. Siempre Diego.