Sucesos

Envían a la cárcel a acusado de matar a hijo de expresidente Ricardo Maduro

Santos Neptaly Bustillo, cabecilla de la banda los Bustillo Padilla, fue recapturado el domingo en Olanchito

10.12.2018

SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Santos Neptaly Bustillo Padilla, de 58 años, fue enviado a prisión por su presunta implicación en el secuestro y muerte en 1997 del hijo del expresidente Ricardo Maduro (2002-2006).

Un juez le decretó “detención judicial” y lo envió a la cárcel, anunció el Ministerio Público en un comunicado. Bustillo Padilla, acusado de ser el cabecilla de la banda de los Bustillo, fue recapturado el domingo en Olanchito Yoro, donde residía, luego de haber cambiado su identidad.

Acusado de asesinato
Al detenido, contra quien pendía una orden de aprehensión por haberse fugado de la Penitenciaria Nacional de Támara, en 2007, se le acusa de estar implicado en el secuestro y asesinato de Ricardo Maduro Andreu, hijo del expresidente Maduro.

El juzgado programó la audiencia inicial para el próximo 14 de diciembre, señaló el Ministerio Público. Padilla Bustillo fue capturado en 2005 en Estados Unidos.

Un año después fue repatriado a Honduras por el asesinato de Maduro Andreu (25 años), quien fue secuestrado el 23 de abril de 1997 cuando se dirigía hacia su residencia luego de salir de un supermercado, propiedad de su padre, que él administraba en San Pedro Sula. Dos días después apareció asesinado en las cercanías de una laguna, a pocos kilómetros al norte de San Pedro Sula.

Por este mismo hecho, Víctor Manuel Meraz y Efraín Ordóñez, fueron condenados en 2004 a pasar 32 años en prisión por el secuestro y el asesinato de Maduro Andreu. En ese mismo caso estaban implicados los hermanos Misael y Abel Padilla Bustillo, quienes eran prófugos, murieron el 28 de mayo de 1997 en un enfrentamiento a tiros con la Policía en un barrio de la capital.

Información de las autoridades revela que Padilla Bustillo no solo cambió su identidad, sino que en 2006 se hizo pasar por muerto para evitar ser capturado. Quiso hacer creer a las autoridades que un cuerpo calcinado tras un incendio era suyo. Sin embargo, se logró confirmar que todo se trataba de una farsa y que continuaba con vida, por lo que siguieron manteniendo todos estos años la alerta para poder capturarlo.