Hondureños en el Mundo

Violencia, desempleo y no pagar 'coyote', entre los factores que marcaron el éxodo de la gran caravana migrante

El éxodo lo comenzó un grupo de hondureños, cerca de tres mil, para ser exactos, cuando, sin conocerse, decidieron emprender la peligrosa ruta con su fe como bandera

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25.11.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Más de 40 días de trayecto, reflejados en las ampollas que llevan en sus pies, en las marcas de sol que sobresalen en sus brazos y una fatiga en su rostro, difícil de disimular, así se resume la odisea que emprendió un grupo de unos 3 mil hondureños el 13 de octubre desde San Pedro Sula y que hoy 4,400 kilómetros después, es retirado con balas y gases de la frontera con Estados Unidos; su sueño, combustible e ilusión.

Pero, ante el auge que ha tenido esta caravana, que actualmente se encuentra en entre Tijuana (México) y San Diego, California (Estados Unidos), surge la interrogante de qué factores han contribuido para que este masivo grupo -y otros más- salga de su país y busque nuevos horizontes.

¿Qué orilla a los hondureños a salir de su país? ¿Por qué decidieron dejar lo que tenían en Honduras y aventurarse con su familia pese al incierto viaje? ¿Se arrepienten? Estas son solo algunas interrogantes que nos deja el masivo éxodo de catrachos que partió desde la Gran Central Metropolitana y que hoy ha evolucionado como una de las crisis humanitarias más escandalosas de la historia de Honduras.

De acuerdo con expertos, son diversos los elementos que se juntan a la hora de contabilizar las razones que exponen los hondureños cuando explican por qué deciden emigrar.

Cinco días después en Guatemala, se les unieron otros grupos de Honduras procedentes de Yoro, Lempira, Choluteca y Valle. Así como ciudadanos de El Salvador y Guatemala. Según estimaciones, lograron a ser hasta 14,000 cuando llegaron al río Suchiate, en la frontera con México.

1-La violencia

Para el caso, Roberto Briceño, sociólogo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), identifica la desigualdad social, así como la exclusión y segregación social como algunos de los factores que han pesado en la toma de decisiones de los hondureños.

El experto agrega que ' los factores sociales no están desvinculados de factores culturales y políticos que se refieren a relaciones de poder y desigualdad'.

Briceño considera además que la caravana migrante se origina ' por una combinación de factores que se convierten en una relación multicausal del fenómeno'.

'Otro problema de expulsión es la violencia que afecta a la juventud más que a los adultos, por ende, la violencia es un factor de expulsión. En Honduras más del 90% de los afectados por la violencia son niños y jóvenes.

2-La pobreza

'La pobreza, la desigualdad y la segregación social son tres de los factores que identificamos en demasía', detalla Roberto Briceño.

Honduras es considerado uno de los países más pobres de Latinoamérica, donde el 68 por ciento de la población -más de seis millones- vive en la pobreza y de ellos el 44 por ciento; es decir, 3.9 millones vive en pobreza extrema, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Huyendo de esta triste realidad, los hondureños que iniciaron el viaje con un esfuerzo sobrehumano, cargando solamente lo que llevaban puesto, otros con bebés en brazos, sobreviviendo de la solidaridad de los guatemaltecos y mexicanos en el camino, con el único objetivo de llegar a Estados Unidos, sueñan con recibir una alternativa que les permita iniciar una vida fuera de su país de origen.

'Estamos aquí en son de paz, pero al mismo tiempo para que Donald Trump nos vea, se toque el corazón y nos deje pasar a su país', relató con nostalgia Dora Manda, una hondureña de 35 años que durmió con su esposo y dos hijas sobre una delgada cobija frente a las oficinas migratorias de El Chaparral, Tijuana, México.

Como esta catracha son cientos de historias que se repiten dentro de la gran caravana, (denominado así el primer grupo migrante que salió de San Pedro Sula).

Según cifras oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el primer grupo de centroamericanos llegó a contabilizar cerca de 14 mil personas, entre ciudadanos salvadoreños y guatemaltecos que se unieron a los hondureños, quienes iniciaron la ruta.

Actualmente, son tres caravanas más las que le siguen a la que inició en San Pedro Sula, no obstante, el número de integrantes no supera los 800.

Pese a ello, la primera gran caravana de centroamericanos ahora contabiliza 4,730 miembros, quienes se encuentran hacinados en un albergue de Tijuana, noroeste de México, pero en todo el estado de Baja California se han concentrado más de 6,000, según cifras oficiales.

3-El desempleo

El hondureño Wilfredo Matute, integrante de la gran caravana, aseguró que el viaje ha sido duro, pero han contado con la solidaridad de los mexicanos. No obstante, desahoga su sentir y responsabiliza a los gobernantes como causales de esta crisis humanitaria.

'Es triste ver los niños y mujeres quejándose de lo que están viviendo. Una triste realidad que por causa de unos pocos pero poderosos políticos que engañaron al pueblo, hoy vivimos esta tortura', expresó en comunicación con EL HERALDO.

Matute confesó que se cansó de buscar trabajo, por lo que, ante la falta de oportunidades, decidió unirse al grupo.

4-El niño símbolo

Regresando al tema de la violencia, identificado por los expertos como causal de esta problemática, sale a relucir el nombre de Mario Castellanos.

Se trata de un niño de 12 años de edad, que se convirtió en el rostro de la gran caravana de migrantes al viajar solo desde San Pedro Sula, según él, huyendo de las pandillas.

El menor fue entrevistado por la cadena Telemundo y de inmediato su nombre se popularizó, al punto que fue detenido al ingresar a México, desde la frontera de Tecún Umán, Guatemala, con Hidalgo, Chiapas. Mario retornó a Honduras el 25 de octubre, pero su historia sirvió como espejo de lo que viven muchos menores en el país.

De acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Migración de Honduras, hasta el 13 de noviembre se reportaba el retorno de 7,013 personas, de las cuales 3,080 son menores de edad. Al menos 504 viajaban solos, precisa el texto. (lea aquí)

El 10 de noviembre, los migrantes sopesan sus posibilidades. Algunos piden asistencia para volver a Honduras, otros deciden ir por la ruta más larga rumbo a Tijuana. De allí seguirían rumbo a Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Baja California. (AP Photo/Rodrigo Abd)

5- ¿No pagar el 'coyote'?

Las autoridades los conocen como traficantes de personas, pero comúnmente se les llama 'coyotes'. Su función es encargarse del traslado de personas de un país a otro, especialmente a Estados Unidos, cobrando una fuerte suma de dinero.

Según informaron algunos hondureños, radicados en Estados Unidos de manera ilegal, el costo de un 'pollero' -como le llaman en México- es de aproximadamente 7,500 dólares (más de 182 mil lempiras). Con ese dinero, estos personajes les aseguran su cruce 'al otro lado'.

Fuera de las caravanas, se estima que cada hora, un niño sale de Honduras con rumbo a Estados Unidos de forma ilegal.

Ante el alto precio de este servicio, miles de catrachos emprenden la ruta a diario por sí solos.

Por lo que, cuando comenzó esta caravana, miles no dudaron en sumarse y aprovechar la oportunidad de unirse al grupo que viaja con un mismo objetivo: Llegar a Estados Unidos.

'Lo único que traemos son ganas de trabajar. Somos pobres y queremos que se nos dé la oportunidad de llegar a la ´USA´ por eso nos unimos a la caravana, porque queremos entrar a Estados Unidos pero nos arriesgamos al viajar sin coyote', relató un hondureño en México, que prefirió no revelar su identidad.

5-¿Caravana política?

Inicialmente, el gobierno de Honduras responsabilizó al exdiputado de Libertad y Refundación (Libre), Bartolo Fuentes, como el incitador de la caravana, por lo que, mientras acompañaba al grupo de hondureños fue detenido en Guatemala y deportado a Honduras el 19 de octubre, seis días después de haber iniciado el viaje.

Pero, en su defensa, Fuentes declaró que iba en la caravana brindando cobertura como periodista, pero, aún sin proponérselo, su presencia le colocó el tinte político a este movimiento.

Para muchos, en realidad sí existe un transfondo político en el origen del movimiento, para otros no.

'No, el fondo político es la ausencia de política para resolver los problemas reales del país, ese es el fondo político. Porque los políticos han estado orientados a favorecer y a privilegiar a grupos élites que se benefician de la mayor parte de la riqueza producida en el país y que controlan los recursos de poder, me refiero a las instituciones del Estado, ese es el verdadero fondo político. Si están buscando algún otro fondo político es para ocultar las causas reales del problema', opinó Briceño.

6-Solidaridad y oportunidades

Pero no todo ha sido oscuro para los migrantes de la gran caravana, pues desde que pisaron suelo guatemalteco, y luego mexicano, se han encontrado con el lado más solidario de los ciudadanos, quienes los han dotado de alimentos, abrigo y hasta juguetes para los niños.

A ello se suman las decisiones de autoridades mexicanas, quienes han colaborado para brindar opciones a los migrantes.

Pero esas colaboraciones no han sido del agrado de Donald Trump, quien además de culpar a los gobiernos del Triángulo Norte centroamericano (Honduras, Guatemala y El Salvador), también responsabiliza a México por no expulsarlos del país.

Aunque quizá Trump ignore que México fue el país que se dedicó a trasladar a Honduras a quiénes pidieron volver al país, incluso usando el avión de la Policía Federal.

Aviones de la Policía Federal llegaron durante todo octubre y parte de noviembre a San Pedr Sula con hondureños que decidían abandonar la caravana.

Pero también, habrá que recordar el momento en el que los mismos federales, dispararon balas de goma a la gran caravana, cuando esta cruzó el río Suchiate en la frontera y pasó a la fuerza rumbo a Tapachula.

Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, prometió extender visas de trabajo para los centroamericanos que conforman la caravana migrante. López Obrador, cuyo mandato comienza el próximo 1 de diciembre, dijo en octubre pasado que abordó el tema vía teléfono con Donald Trump.

“Le dije que el segundo paso es el plan de desarrollo que incluya Centroamérica para impulsar actividades productivas, crear empleos y de esa manera enfrentar el fenómeno migratorio, no con deportaciones”, afirmó.

“Vamos a ofrecer empleo, trabajo a migrantes centroamericanos, ése es un plan que tenemos, el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo, una visa de trabajo”, anunció.

7-¿México una opción?

Los hondureños han decido migrar a Estados Unidos principalmente con la esperanza de obtener el empleo que Honduras nos les ofrece y por ende una remuneración económica que les brinde recursos a sus familías y dependientes, esto desde un punto de vista económico.

Ahora bien, México les ofrece empleos y visas de trabajo a fin de qué puedan quedarse en el país azteca como una opción de 'sueño mexicano', sin embargo, muchos prefieren seguir rumbo a Estados Unidos simplemente por una razón: la paga.

Aunque quizá México tenga el puesto de trabajo que Honduras no genera, la paga en México es mucho menor que la que se podría pagar en el país centroamericano.

Por ejemplo, el salario mínimo en México es de unos $ 2,700 pesos mexicanos aproximadamente, es decir, unos $ 133.00 dólares estadounidenses al cambio actual, que convertidos a lempiras son unos L 3,280 lempiras al mes.

En Honduras, el salario mínimo, para las personas que tienen empleo -remarcamos- es de unoss L 8,000.00 al mes (unos $333.00 dólares estadounidenses). Aunque luego, habrá que diferenciar y valorar otras variables entre ambos países como costos de vida, canasta básica, servicios públicos.

8-¡Listos para combatir!

Como contraparte, y fiel a su estilo xenófobo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha enviado a la frontera de Texas, Arizona y California un despliegue de más de 9 mil soldados, de los 15 mil que prometió, para colaborar con las autoridades migratorias e impedir el ingreso de la gran caravana.

Además, el viernes recalcó que los migrantes que soliciten asilo en Estados Unidos desde la frontera sur del país deberán permanecer en México mientras esperan que sus pedidos sean procesados.

Ante esta situación, la desesperación se apoderó de un grupo de al menos 550 migrantes de la caravana, quienes el domingo en Tijuana se dispusieron a saltar la valla fronteriza que separa a México y Estados Unidos en medio de empujones y con mujeres que llevaban incluso a sus niños, sin que la policía local pudiera contener a la multitud.

Udi Mejia y Markon Reyes, de Honduras en Tijuana, Mexico, el 16 de noviembre, llegando a la frontera con la esperanza de pedir asilo a Estados Unidos. (Photo by Guillermo Arias / AFP)

9- La espera será eterna

En Tijuana las cosas no han sido fáciles. Tras recorrer todo México, la gran caravana tendrá que aprender a esperar. Sus intentos desesperados de llegar a la frontera y pedir asilo no se trata solo de buenas intenciones, sino de políticas migratorias, puntos de popularidad y promesas de campaña para el presidente Trump, quien ha implementado varias iniciativas para acabar con la migración en Estados Unidos.

Los migrantes pudieron escoger otras ciudadades para intentar pedir asilo con Matamoros, Ciudad Juárez u otras, pero escogieron ir a Tijuana porque en esta ciudad de Baja California existen el mayor número de oenéges que ayudan en las solicitudes de asilo, pero estas, podrían tardar hasta seis meses.

Pero Tijuana, una ciudad acostumbrada a llamarse 'ciudad migrante' y con orgullo (uno de cada dos personas que viven en esta ciudad no nacieron allí, sino en otros lugares de México o Estados Unidos), no recibió de la mejor manera a la gran caravana, no han sido todos, aunque jamás se había registrado una protesta antimigrante. Ni cuando la crisis haitiana (2011) ni cuando otras caravanas menores llegaron entre 2016 y 2017.

Hoy por hoy, la situación tampoco es alentadora. Trump autorizó uso de 'fuerza letal' y el domingo hubo una prueba cuando dispararon balas de goma y gases ante intentos desesperados de los migrantes por pedir asilo un derecho que se recibe solo cuando otro lo quiere dar.

EN FOTOS: Día a día de la gran caravana desde SPS hasta Tijuana