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Policías 'hicieron lo que pudieron' en el tiroteo en Texas, asegura su jefe

Según el gobernador de Texas, Greg Abbott, el atacante llevó a cabo la masacre con una escopeta y un revólver del calibre 38, propiedad legal de su padre
19.05.2018

Texas, Estados Unidos
Dos policías 'hicieron lo que pudieron' cuando un adolescente abrió fuego y mató a 10 personas en el interior de una escuela en Texas, dijo su jefe el sábado, hermético sobre la investigación del último tiroteo masivo en Estados Unidos.

El FBI aumentó de 10 a 13 el número de heridos en la masacre en la escuela secundaria de la comunidad rural de Santa Fe, incluido uno de los funcionarios de la escuela que se encuentra en estado crítico.

Dimitrios Pagourtzis, un estudiante de 17 años de la misma escuela secundaria Santa Fe, está detenido acusado de dos cargos: asalto agravado a un servidor público y asesinato capital, lo que significa que podría enfrentar la pena de muerte.

Walter Braun, jefe de la policía del distrito escolar de Sante Fe, dijo a los periodistas que uno de sus oficiales estaba en condición crítica pero estable, y que junto a un compañero se habían 'enfrentado' al tirador.

'Ejercitamos todo el tiempo con los estudiantes y el personal y están preparados para entrar en acción', dijo Braun, que se negó a dar más detalles.

'Nuestro agentes entraron e hicieron lo que pudieron'.

Investigación hermética
Braun se negó a hablar sobre asuntos de la investigación, como cuántos disparos hicieron sus oficiales, emplazando al FBI y a Texas Rangers, una agencia estatal encargada de hacer cumplir la ley. Ambos cuerpos están liderando la investigación.

El juez del condado de Galveston, Mark Henry, quien negó la fianza del sospechoso el viernes, dijo a los periodistas que el oficial herido 'corrió hacia el peligro (...) Él es un héroe'.

Henry señaló que el sospechoso 'dijo en su declaración que actuó solo', y el caso se presentará ante otro juez el lunes.

Según el gobernador de Texas, Greg Abbott, el atacante llevó a cabo la masacre con una escopeta y un revólver del calibre 38, propiedad legal de su padre.

La madrugada del sábado, agentes del FBI registraron una casa remolque azul que se cree que tiene conexión con el sospechoso.

La escuela permanece bajo custodia de la policía y un funcionario aseguró que todos los campus del distrito cerrarán el lunes y el martes. Los oficiales escoltaron a estudiantes y personal para que recogieran objetos de valor del interior de la escuela.

Consejeros para tratar el duelo y perros de consuelo estaban en una iglesia local donde la Cruz Roja había abierto un Centro de Asistencia Familiar para los afectados por el tiroteo.

The New York Times citó una declaración jurada escrita por un investigador que decía que el sospechoso había confesado y dijo que perdonó la vida 'a los estudiantes que le gustaban para que pudieran contar su historia'.

El sospechoso parecía 'bueno'
Un sobreviviente, el estudiante de primer año Evan San Miguel, dijo que estaba en clase de arte cuando el atacante entró y gritó '¡sorpresa!' , entonces comenzó a disparar.

Bailee Sobnosky, compañera de clase de San Miguel, afirmó que no conocía al atacante, aunque lo había visto por la escuela. 'Parecía buen chico', explicó, sin embargo también dijo que creía que no tenía muchos amigos.

Medios estadounidenses han identificado a las 10 víctimas, entre las que hay dos profesores y un estudiante de intercambio de Pakistán.

J.J. Watt, un defensa de los Houston Texans, de la Liga Nacional de Fútbol americano, anunció a las autoridades que pagará los gastos funerarios de los fallecidos, confirmaron funcionarios de la NFL.

'En este momento, es hora de duelo', dijo el congresista Randy Weber a los periodistas, y se enojó cuando le sugirieron que tal vez sería más seguro si las armas no estuvieran tan disponibles.

'No olvides en qué estado estás. Hay más armas en Texas que en cualquier otro estado. Y si mis datos son correctos, mi distrito tiene más licencias de armas de fuego ocultas que ninguna otra', afirmó.

Es poco probable que las peticiones para reformar las leyes para poseer armas resuenen en Texas, bastión de los derechos para tener armas, después de los asesinatos de Sante Fe, como sí ocurrió en Florida tras otra masacre escolar.

En respuesta a la tragedia de Florida, la administración del presidente Donald Trump aseguró de que ayudaría a los estados para armar a los empleados de los escuelas, un movimiento que ha tenido escaso apoyo entre los educadores.

Varios centros educativos de Estados Unidos ya cuentan con personal armado, como los que respondieron en Santa Fe.