Siempre

El artículo de Octavio Carvajal para esta semana: Aviso para corruptos

Jiménez Mayor solo se dedicó -a nuestro ojo- a señalar actos de corrupción de unos cuantos diputados (apenas cinco) y el resto de su trabajo fue llamarada de tusa

03.03.2018

Tegucigalpa, Honduras
Vitrina a la vista. El exvocero de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), Juan Jiménez Mayor, sopló nombres de los bandidos que serían “procesados” y el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) va por el mismo camino, avisando a los podridos para que huyan de la maldita justicia.

¡Qué injusticia!
Apreciamos la sigilosa y efectiva acción de la Maccih y del CNA, pero calcar con nombre y apellido a cada ladrón (a) público –lejos de destapar el presunto complot de la justicia- también le da armas a los delatados para buscar mil formas de defenderse, huir o inventarse pliegos para “probar” gastos, compras o desvío de colosales sumas de dinero.

Ratas
Tal vez sea error o impotencia de dichos entes identificar a los cacos del erario al sentirse –como muchos- frustrados frente a una red de mujeres y hombres que –en el nombre del padre y del hijo- arrasan con el pisto de los haraposos y de los enfermos. “Dignas” damas y caballeros son más peligrosos que una pandilla callejera. Maras de rosas y zorros.

Una

ristra de bandidos todos
sabemos que Los Cachiros
eran consentidos de
gobiernos tétricos.



Jiménez Mayor solo se dedicó -a nuestro ojo- a señalar actos de corrupción de unos cuantos diputados (inquirió apenas cinco) y el resto de su trabajo fue llamarada de tusa. Han callado pleitos dentro de la Maccih, racismo y visitas diarias a empinar vinos y ajos. Entre tanto, el CNA repitió con casos de hace tres años. Puro escándalo todo.

El excercano de Ollanta Humala –al irse vitoreado por la santa oposición- dejó, según dijo, una lista de pícaros que serían acusados y el CNA –como su paralelo- ensaya, sin escupir su labor, montar una pasarela de malhechores de un solo bando, olvidándose de orgías de todos las regencias y de sus jefes que junto a sus queridas y doncellas saquearon la nación.

Parece como si varios “héroes” –en medio de la lucha contra los pícaros- andan tras el peleado puesto del fiscal Óscar Chinchilla. Intuimos que cada quien busca –aunque lo niegue- sacar pecho a punta de nuestros reveses. Hasta los corruptos de la oposición le hablan bonito a Castellanos. No se deje engatusar que podría salir trasquilada.

Olvido
Extraño que solo nos cacareen de pesquisas frescas en era de lobos y lobas. Que solo se indague a unos y a otros grandes pillos no les rozan sus pétalos podridos. Son aquellos (as) que asaltaron el Banco Central, que se alzaron con el perdón de la deuda externa, los fondos para reducir la pobreza y se robaron 300 millones de dólares de Petrocaribe.

Mientras la Fiscalía rendía su informe de trabajo, Odir Fernández –jefe de la Unidad de Investigación del CNA- modelaba otro pliego de pudrición estatal. ¿Están en guerra? ¿Qué institución es la encargada de acusar? ¿Por qué solo cierta prensa donde apesta a cuarta resaltó la conferencia del Consejo Anticorrupción? ¿Qué se traen ustedes?

Castellanos –quien gana nuestro respeto- no debe perder el norte y saber frente a qué periodistas está y los lucros (de todo tipo) que buscan apoyando su gestión. ¡Tenga cuidado con estos bandidos! Publicitar eventos es oneroso. Ningún almuerzo es gratis. En río revuelto ganancia de pescadores.
Una cosa es la labor específica de los entes anticorrupción y, otra, el talante en que los bribones utilizan y operan sus indagaciones para ganar terreno o notoriedad (incluidos políticos, empresarios y poderosos reporteros) ¡Correcto! Honduras es una cuartería. Aquí todos nos conocemos.

El defensor de un ladrón del Estado dijo que su
cliente ya devolvió cinco millones de lo robado,
que los periodistas podían indagar todo y,
además, que el resto (del billete) lo iba a
devolver. ¿Entonces no hay delito? Tunante
el abogado.

Bribón


Inédito
Aullar nombres de fétidos es original, pero sería peligroso que buen grupo de corruptos –simulados de castos- se infiltre en cierta gente del CNA para “sacarse clavos”. Castellanos –una honorable dama- no debe caer en trampas de tramposos que buscan escudar sus picardías a costillas del CNA.

Delicado que en ese interés por desnudar a unos bandidos se caiga en lo insano, en lodos donde hunden a una pandilla pero con otra –tal vez por candidez- se platica al son de comilonas. Los corruptos tienen mil formas para confundir. Ojalá el CNA no caiga en redes de políticos ni de loados cronistas lavanderos para emplearlo como su trampolín.

Odir Fernández se calló ante el reto hecho por el diputado David Chávez.