Honduras

Emotividad y orgullo en coloridas graduaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras

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14.10.2017

Tegucigalpa, Honduras
Armando Josué subió a paso lento al estrado a recibir su título de abogado, compungido, pensativo, triste, pero seguro que desde el cielo lo miraba su madre, la que perdió cuatros días antes en la capital atropellada por un carro.

Este fue un episodio luctuoso que tuvo su honra con un minuto de silencio que guardaron los 549 egresados de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) que se graduaron en la jornada matutina, a la que se sumaron otros 647 por la tarde para hacer un total de 1,196 nuevos profesionales que salen al mercado laboral.

Armando Josué Ardón Mairena tenía entre sus invitados especiales a su madre Sonia Ardón, pero jamás se imaginó que un carro que había pegado con otro mientras ella caminaba el martes 10 de los corrientes a las 8:30 de la mañana, a inmediaciones del mercado Jacaleapa de la capital, la atropellaría arrebatándole a su ser más querido.

“Es difícil, pero yo sé que desde el cielo ella me está viendo y está orgullosa de este logro que he conseguido. Estoy fortalecido en Dios y con esta fortaleza que ella me inculcó, seguiré adelante siempre honrándola de manera que se sienta orgullosa desde el cielo”, dijo cabizbajo y con voz pausada a EL HERALDO el joven abogado.

La UNAH tuvo un sábado de graduaciones, tanto en la capital como en los centros regionales, completando 5,130 a nivel nacional. Solo en la capital hubo 37 egresados de posgrado y 31 de áreas técnicas.

Del total de graduandos de la capital, 319 lo hicieron con excelencia académica procedentes de diferentes carreras.

La de ayer fue la primera graduación que encabezó el nuevo rector interino, José Francisco Herrera Alvarado, quien fue recibido con aplausos cuando desfilaba hacia la mesa principal, que también integraron los decanos y los secretarios de las diferentes facultades.

En su discurso, el rector interino exhortó a los jóvenes a no ser conformistas, a continuar estudiando y, si es posible, aprender uno o dos idiomas adicionales para hacerle frente a la competencia y a las necesidades de este mundo globalizado.

“Sin duda este es un momento clave que cumple el propósito más importante, como lo es la entrega de nuevos profesionales al país. Ha habido un año complejo, sin embargo, ustedes como nuevos profesionales han logrado vivir una etapa singular en nuestra universidad”, afirmó el rector.

“Al tener una comunidad de 90 mil universitarios no es fácil que podamos tener una integración única de ideas, justamente de esto se trata nuestra universidad, se trata de tener pluralidad y eso es lo que pretendemos catapultar”, añadió.

Luego destacó que la alma máter “está en punto de inflexión extraordinario, de continuación de una construcción importante que el país nos ha encomendado y que el país nos demanda”, y bajo este contexto “necesitamos continuar por la senda del crecimiento, de la formación, necesitamos ampliar nuestra oferta académica”.

Cuando se anunció que se leería el Acta de Graduación redactada durante el mandato de la exrectora Julieta Castellanos, un bullicio de repulsa se escuchó entre los graduandos y el público presente