Xochitepec, México
Intenso y sanguíneo, Jorge Luis Pinto es el entrenador que va adelante en el micro, que llega primero a todos los entrenamientos y que hasta ayuda a los utileros...
Exigente y meticuloso, el adiestrador colombiano no pierde de vista ningún aspecto en cada práctica de la H; ayer domingo, en la tercera sesión de trabajo de la Bicolor, dejó de manifiesto el sazón que le pone a sus labores.
“Super”; “buen gol, padre (a Alfredo Mejía)”; “defina, Mario, a muerte”, son solo algunas de las palabras que emitió el estratega de la escuadra catracha en la calurosa Xochitepec a solo tres días de la trascendental cita eliminatoria contra el Tricolor de su amigo Juan Carlos Osorio.
Pinto sabe que no hay mañana en el hexagonal de Concacaf y ha intentado metérselo en la cabeza a sus pupilos desde el primer día en que llegaron a suelo mexicano.
En territorio morelense el cafetero ha dejado en claro su espíritu guerrero y el afán diario de minimizar errores y ampliar el abanico de oportunidades tácticas de los suyos; también se le vio acarreando una portería junto a su cuerpo técnico para que inicien los trabajos de los porteros.
El preparador cafetero, incluso, instaba a dar el máximo a los jóvenes de la Escuela Formativa de Xochitepec que llegaron a hacer de “sparring” de la Bicolor en el viejo estadio Mariano Matamoros.
Ayer fue el día en que el entrenador ha dado mayor apertura a los medios nacionales e internacionales, los cuales no dejaron de sorprenderse con la manera en que se exige el sudamericano, quien no quiere perder por primera vez con México en el mítico Estadio Azteca.
