Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: ¡Las damas del crimen!

No quieren ordenar cateos en cachimbo de lugares donde edificó casas que sirven de fachada para caletas repletas de dinero robado y lavado, en lempiras y en dólares

03.06.2017

Estados Unidos no quiere soltar prenda con la solicitud de extradición de varios políticos y empresarios hondureños, pero de forma silenciosa indaga a varias damas catrachas ligadas al blanqueo de capitales. Dos de ellas tuvieron especial relación con el cartel de Los Cachiros y con distintos entes donde metieron sus uñas . Señoras del crimen. ¡Lotería!

Antes y después de rendirse el cachiro Devis Leonel Rivera Maradiaga, acusado de traficar cocaína al imperio, la DEA inició investigaciones contra ciertas matronas con mucho poder político y económico que no solo tuvieron “negocios” con esta red criminal, sino también con Wilter Blanco (capturado en Costa Rica) y con Los Valle, examos del trasiego de drogas en el noroccidente.

Todos
Todo mundo sabe que Devis Leonel confesó ante la jueza Lorna Schofield en Nueva York que su grupo regó billete a políticos y empresarios locales y, además, que Fabio Lobo –hijo del exgobernante Porfirio Lobo Sosa- era miembro activo de Los Cachiros. Su boca embarró a diputados de gobierno, del Partido Liberal y de Libertad y Refundación (Libre).

La estructura de los Rivera Maradiaga recibió múltiples agasajos en el pasado régimen. Gozó de millonarios contratos carreteros y de vivienda hasta sonadas fotos en palacios edificados en Olancho.

Un abogado catracho fue capataz de Devis Leonel y de su prole y también lo es de una poderosa dama quien, según cuentan, anda de amenaza en amenaza.

La amiga de Wilter Blanco que lavó millones del
narcotráfico es vigilada de cerca por la DEA al igual
que una fiscal que fue su mano derecha para que
nunca lo arrestaran en complicidad con oficiales
de la Policía.

Octavio Carvajal


La DEA y el Departamento del Tesoro estadounidense detectaron que la mujer compró un “pequeño mall” en un barrio de mediana categoría en Miami por un monto de cuatro millones de dólares. Las pesquisas señalan que la doña “lavó” al menos 12 millones de dólares adquiriendo varios inmuebles en tierra de Donald Trump.

Una institución con cercana relación al embajador James Nealon secuestró folios que prueban que la ricacha destartaló las arcas de algunas entidades. De una se ganó la lotería llevándose casi 400 millones de lempiras. Parte de este dinero fue a parar a tres ONG y otro cacho en Estados Unidos y América del Sur. Los bancos de Wall Street así lo detallan.

Helado
Lo que está claro es que la señora –por cierto muy enamorada de los helados- tiene infinidad de peculios. En el Ministerio Público están asustados con las damas del crimen. No quieren ordenar cateos en cachimbo de lugares donde edificó casas que sirven de fachada para caletas repletas de dinero robado y lavado, en lempiras y en dólares.

El embajador Nealon –quien pronto dejará su cargo- está informado de la intimidación de que son objeto funcionarios ligados a la lucha contra la corrupción por parte de la “dama”. Unos jueces parece que andan de cachetes embarrados con la hembra por la hebra de billetes que riega a cambio de mantenerse intocable por lo menos aquí.

Guardias
Los gringos tienen en la mira a la matrona por fraguado de dinero. La DEA posee legajos de sus patrimonios avalados por el apoderado de Los Cachiros. Además, el nombre y la dirección exacta del dueño de la firma de bienes raíces en Miami que hizo los trámites para comprar el centro comercial y otros inmuebles. Sería dueña de una empresa de seguridad privada. ¡Santísimo Dios!

Otra de las mujeres salpicadas por el crimen organizado reside en el atlántico. Era incondicional de Los Cachiros y de Wilter Blanco.

Les ayudó a lavar millonarias cantidades de dólares. Tiene ligas con unos empresarios y congresistas con mucha influencia en diferentes oficinas públicas relacionadas con la energía y las comunicaciones.

En el Ministerio Público están asustados
con las damas del crimen. Otras de las
mujeres salpicadas por el crimen
organizado reside en el atlántico.

Octavio Carvajal


Tigresa
Está cercada por los aparatos de investigación de Norteamérica al igual que otra dama que ronda los 57 años de edad muy amiga de banqueros del norte, quien calentó butaca un buen tiempo. A esta última la relacionan con embarcaciones de droga y abanderamiento de buques.

Tiene cara de mansa, pero es tigresa. Así pinta el panorama de la narcoactividad en nuestro país. Si los de traje están hasta el gorro, hay mujeres de encaje que les encanta el bajo mundo y salen pringadas por la cocaína. Debemos ser cautos, ellas son las damas del crimen. “Benditas sean”.