Crímenes

¿Revocar extradiciones?

Los cantos del cachiro fueron más mortales que una AK-47. Solo urgió de su lengua para enlodar a quienes se la han tirado de tiesos entre las mieles del poder

15.04.2017

Lejos de misterioso, nos parece totalmente temerario que cuando suenan tambores estadounidenses para extraditar a varios políticos mencionados en juicios por narcotráfico en Nueva York, se revoquen causas penales contra algunos de ellos para iniciar de cero y, otros, pidan a gritos que los acusen aquí con propósito aviesos.

Desde que tronaron los oídos de la jueza Lorna Schofield con la confesión de Devis Leonel Rivera Maradiaga, jefe del cartel de Los Cachiros señalado de enviar toneladas de cocaína al imperio, la Fiscalía catracha inició una inusitada labor de “secuestrar” documentos en varios entes estatales que prueban los canjes del grupo narco con altos funcionarios.

Bomba

Devis Leonel arrasó con varios grandes de la política nacional. Acusó como sus “amigos” a los diputados “cachos” Óscar Nájera, Tony Hernández (hermano del actual gobernante), a los liberales Fredy Nájera y Carlos Zelaya Rosales (hermano de “Mel” Zelaya) y al expresidente Porfirio Lobo Sosa, entre otros. Enorme torpedo les lanzó desde Manhattan.

Si no se llevan a quienes estén en lista podríamos
pensar, en medio de un sinnúmero de hipótesis,
que los gringos también se hacen los locos cuando
negocian lo que les conviene. ¡Veremos en qué
acaban!

Ahora los olanchanos no arreglan sus cuentas a tiros, sino a la manera de Sinatra. Los cantos del cachiro fueron más mortales que una AK-47.

Solo urgió de su lengua para enlodar a quienes se la han tirado de tiesos en medio de la ceguera provocada por las mieles del poder. “Ni mi familia escapará de la ley”, sentenció Juan Orlando Hernández Alvarado. ¡Seguimos esperando!

Condenan a Devis Leonel y aquí sus presuntos socios y cómplices se pusieron firmes al Ministerio Público, que ni siquiera una causa por narcotráfico o lavado de activos ha abierto contra grandes de la política sobre cuyas espaldas llevan toneladas de delitos. No queremos ni pensar que ven a Óscar Chinchilla como su salvavidas. Sería inaceptable.

Si el cachiro dijo ante la justicia estadounidense que el gobierno del expresidente Lobo Sosa y varios de sus cercanos gozaron de millonarios negocios carreteros, de vivienda y eléctricos, entre diversidad de rubros con sus empresas, ¿por qué o a cambio de qué la Fiscalía actúa de manera extemporánea sustrayendo pliegos de un lado y de otro?

Callejas

Nos asaltan mil dudas acerca del papel medio circense del “misterio público”. Nos da a creer que cuando encaja salvar a grandes “genios” sí actúa con afán de ganar fama o tal vez para probar su deficiente trabajo en varias fiscalías donde se le zoca o se le afloja la faja al cliente según su corbata, traje o, en su caso, si es un perro flaco y callejero.

Ahora los olanchanos no arreglan sus
cuentas a tiros, sino a la manera de
Sinatra.

Cierto que ahora se rinden y se le hincan a la Fiscalía para que los indague sobre sus presuntos vínculos con narcotraficantes, así debieron declarar y sin empujón alguno por el descalabro al Seguro Social.

Eso sería justicia. Si a los capos de la droga se les refunde en prisión, ¿por qué se les trata con cariño a sus socios que ostentan el señorío?

Corona

Si nadie está por encima de la ley, el rigor del castigo no está para crear asideros o salidas maliciosas que dejan libres a quienes merecen cárcel de por vida. No solo el que mata a tiros es delincuente, también lo es el que asesina robándole el dinero a los más necesitados. Esos o esas que cacarean decoro están hasta el gorro de atracos.

Si Devis Leonel acusó con nombres y apellidos a personajes de mucho peso político y económico no es para que se burlen con abolirles juicios o les amolden tácticas judiciales con tal de salvarlos de los barrotes. No es justo que se pudran en prisiones los capos de la droga y sus aliados de corbatín se mofen de los gringos. ¿Cómo es posible míster Nealon?

“Ni mi familia escapará de la ley”, sentenció
Juan Orlando Hernández Alvarado.

En un santiamén, un juez de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) anula el juicio por los delitos de asesinato contra el congresista Fredy Nájera, quien casualmente fue salpicado por el cachiro.

Al pequeño gigante de los transes de Olancho le repetirán el caso y, de esta forma, ya no podría ser extraditado al imperio en caso de ser requerido.

O el imperio negoció sus cabezas o todos se están haciendo los locos cuando les conviene. Si no se llevan a ningún tiburón a ballena de la política hondureña por narcos, pues cerremos estén telón y resuciten otro circo.