Sucesos

Honduras: Una bala perdida lleva luto y dolor a una humilde familia hondureña

Un joven de 16 años cruzaba la calle de la colonia Progreso de Tegucigalpa cuando una balacera se formó cerca del sector

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24.11.2016

Tegucigalpa, Honduras
Su único delito fue estar en el lugar y la hora equivocada.

Una bala perdida acabó con los sueños, anhelos y las aspiraciones de Ernesto Sequeira Vásquez, un adolescente de 16 años de edad con problemas especiales, quien luchaba junto a su madre para poder subsistir.

Una balacera se armó en la colonia El Progreso de la capital hondureña entre personas desconocidas y un proyectil sin rumbo disparado por un desconocido dejó dolor y luto en una nueva familia hondureña.

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La desconsolada madre de Sequeira Vásquez llegó envuelta en lágrimas hasta la morgue capitalina para reclamar el cadáver de su vástago, quien con esfuerzo y vendiendo agua cursaba el octavo año en un colegio público.

Según la madre del menor, quién no fue identificada, su hijo iba cruzando por la colonia El Progreso cuando recibió el fatídico disparo. “Yo no me doy cuenta de nada, a mí me avisaron que me le pegaron un tiro”, relató la mujer entre un interminable llanto.

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Tras recibir el disparo, el joven fue trasladado de emergencia al Hospital Escuela Universitario (HEU), sin embargo, los esfuerzos incansables de los médicos no pudieron salvarle la vida a Ernesto.

“Él estuvo vivo mucho tiempo por la misericordia de Dios y por la atención que hubo aquí en el hospital. Yo miré como se esforzó todo el equipo”, reconoció la adolorida madre en las afueras de la morgue.

La luchadora mujer reveló que ella tiene un hijo más con problemas especiales y que quedó viuda hace uno años, por lo que se ha visto en la obligación hasta de pedir dinero en las calles para pagar el alquiler y llevar comida a su hogar.

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La entrevistada también recordó que su pequeño le ayudaba a vender agua en la calle para poder cubrir sus gastos y así seguir estudiando, sueño que no pudo cumplir por una bala del destino.