Sucesos

'Todos estos muchachos eran trabajadores”

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14.11.2016

Tegucigalpa, Honduras
Familiares y amigos reclamaron el lunes en la morgue del Ministerio Público de la capital los cuerpos de los cuatro jóvenes asesinados el domingo en el municipio de Talanga, Francisco Morazán.

Las víctimas fueron identificadas como Marco Isaí Quintanilla González, de 20 años; Héctor Ariel Pérez Romero, de 22; Carlos Omar Bonilla Garmendia, de 23, y Wilmer Alejandro Benítez Torres, de 29 años de edad. El hecho se produjo la noche del domingo aproximadamente a las 6:00 de la tarde, en la colonia Nueva San Diego, más conocida como El Pantanal.

Investigaciones
La versión que repiten los parientes y amigos de los cuatro fallecidos indica que los jóvenes estaban platicando en el corredor frontal de la vivienda donde fueron acribillados.

Según la información recabada por las autoridades policiales, las primeras hipótesis indican que los victimarios se transportaban en una motocicleta color rojo, la cual fue encontrada abandonada minutos después en las cercanías de la escena del crimen.

Según afirman testigos del hecho, los supuestos sicarios eran dos sujetos de contextura delgada y de cabello largo.

Los progenitores y amigos de las víctimas aseguraron que los muchachos eran trabajadores y que se reunían en esa casa a departir y jugar naipes.

“Acababa de salir de la casa, se bañó, se cambió y tenía algunos minutos de haberse ido cuando se escucharon los disparos”, lamentó un tío de Marco Isaí, quien residía en la misma colonia.

Don Héctor Larios, padre de Héctor Ariel, aseguró que su hijo se dedicaba a la agricultura y que laboraba temporalmente en un aserradero de madera de la zona.

Similar versión expresó don Pedro Bonilla, padre del joven Carlos Omar: “mi hijo trabajaba en un aserradero y no entendemos por qué le pasó eso”.

La víctima era padre de un menor de tres años y su compañera de hogar quedó embarazada de un segundo hijo, el cual no tendrá la dicha de conocer a su progenitor.

Juana Espinoza era la compañera de hogar de Wilmer Alejandro y de igual manera contó que el difunto trabajaba en el mismo lugar que los anteriores, este último era originario de San José del Potrero, Comayagua. En un comunicado, la Secretaría de Seguridad afirma que se ha asignado un equipo especial de investigación en operaciones de impacto, con el objetivo de esclarecer estos hechos y dar con los responsables