Hondureños en el Mundo

Fallece en NY exitoso empresario hondureño

Alfredo Thiebaud era considerado 'el rey de los helados del Bronx', donde comenzó su próspero negocio en 1967 en la cocina de su apartamento.
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01.12.2014

Tegucigalpa, Honduras

Alfredo Thiebaud, un exitoso migrante hondureño que fundó una empresa de helados en Nueva York, falleció la madrugada del viernes cuando el portón de su negocio le cayó encima.

El migrante hondureño de 74 años era considerado 'el rey de los helados del Bronx', lugar donde comenzó su negocio en la década de los 70

El hondureño, al contrario de otros habitantes que se alejaban del Bronx de aquellos años, aquejado por la violencia y la pobreza, inició su emporio vendiendo helados en vasos de papel.

Thiebaud llamó a su empresa Delicioso Coco Helado y logró expandir una flota de carretillas de mano para distribuir sus productos de sabor tropical.

Durante más de treinta décadas tendió la mano a otros hondureños migrantes que, como él, llegaron a Estados Unidos con la ilusión de empezar una nueva vida.

La madrugada del viernes, el compatriota se preparaba para iniciar otro día de trabajo en su empresa ubicada en la avenida de Santa Ana.

Barrió la acera frente a su local y cerró el portón eléctrico, pero por una causa indeterminada cayó debajo y quedó aprisionado por la pesada estructura de metal que siguió descendiendo sobre su pecho.

Fue encontrado sin vida y el médico forense dictaminó que su muerte se debió a un accidente, y que la causa fue una compresión externa en el cuello y la parte superior del pecho.

La muerte de este exitoso empresario dolió a todos.

A su fábrica de ladrillo rojo con imágenes de frutas tropicales llegaron decenas de trabajadores y amigos quienes alzaron un improvisado altar en su memoria.

La foto del hondureño yacía frente al portón eléctrico, rodeada de flores y velas encendidas.

Autoridades locales, entre ellas el presidente del condado del Bronx Rubén Díaz Jr., así como el representante José E. Serrano, llegaron para presentar sus respetos a este emprendedor.

La fe de Thiebaud ayudó a impulsar la economía del Bronx, que antes era un barrio en declive, dijo Díaz.

'Ya sea con sus coquitos o su dinero, Alfredo siempre estaba allí', expresó.

El 'rey de los helados del Bronx' empezó su negocio en 1967, en la cocina de su apartamento.

Estaba casado y tenía dos hijos. Y durante toda su vida regresó a Honduras cada año para visitar a la autora de sus días en cada Día de la Madre.

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