Honduras

Tres niveles de la Operación Martillo

La estrategia está articulada mediante tres etapas que inician con labor de planificación
en el Comando Sur, en Florida, y terminan con la fase operacional en las rutas del narcotráfico.

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07.04.2014

La Operación Martillo que se ejecuta contra el narcotráfico en los océanos Atlántico y Pacífico está estructurada en tres niveles o etapas que funcionan de forma articulada.

La cabeza de la estrategia es el Comando Sur, ubicado en el estado de Florida, que dirige el general Douglas Fraser. Desde este aparato militar estadounidense se dictan las pautas del plan antidrogas que más resultados ha dado en el combate al narcotráfico.

El Comando Sur tiene sus ojos en la región en materia de ayuda humanitaria y seguridad, por lo que consideró oportuno crear un plan para contener la droga en su lugar de producción mediante la Operación Martillo, comentó Ronald Flanders, vocero de la entidad castrense.

El cerebro

En el siguiente escalón de la Operación Martillo se encuentra la base de Key West, donde opera la Fuerza de Tarea Interagencial Conjunta Sur (JIATF-S) al mando de almirante Charles Michel.

“El general Fraser le dijo al almirante Michel que le daba cuatro fragatas y aviones para una operación antidrogas y así se planificó la Operación Martillo”, explicó Flanders.

En la Fuerza de Tarea Interagencial Conjunta Sur se hace la planificación de los patrullajes en las rutas usadas por los narcotraficantes en base a información de inteligencia que se recibe de los sitios donde se produce la cocaína.

Martillo

El 15 de enero de 2012 comenzó la ofensiva militar antidrogas bautizada como Operación Martillo mediante el uso de cuatro fragatas que faenan en el Atlántico y Pacífico de acuerdo a las instrucciones del JIATF-S.

Los cuatro buques militares esperan los mandamientos de los superiores de la base Key West. “Funciona como juego de ajedrez, según la información que se tenga se giran órdenes para que las fragatas se ubiquen en determinados puntos en el mar”, explicó Flanders.

Las fragatas reciben datos de las coordenadas donde están los barcos sospechosos y se van acercando hasta tenerlos a la vista en sus radares.

El buque recibe la orden de aproximarse al navío y de exigir al capitán de este que se detenga. Si se desobedece esa orden, el capitán de la fragata solicita autorización a JIATF-S para hacer disparos de advertencia.

En caso de que las ráfagas no persuadan al capitán, entonces nuevamente la fragata pide permiso a sus superiores para disparar a los motores de la nave para frenarla y así poder abordarla en busca de la droga.

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