Honduras

Osteogénesis, drama que viven 500 niños hondureños

La afección es hereditaria y no tiene cura. Los especialistas han detectado casos en varios departamentos del país.

07.04.2014

Uno de sus mayores sueños, aparte de ser un ingeniero como su fallecido padre, era ser un futbolista profesional, una carrera que no podrá lograr debido a una extraña enfermedad que le puede ocasionar fracturas recurrentes en sus huesos.

Su nombre es Bryan Merlo, un pequeño de apenas ocho años de edad que sufrió una fractura en su pierna izquierda en noviembre del año pasado, sin saber que ese sería el fin de su anhelo futbolístico. Con un rostro entristecido luego de conocer la noticia de que no podría volver a jugar fútbol, Brayan relató el origen de su fractura. “Estábamos jugando pelota con un primo y él me pegó un poquito y al rato sentí que me empezó a doler”, manifestó. De inmediato su madre, Lidia Isabel Merlo Gradis, originaria de la Villa de San Francisco, Francisco Morazán, trasladó al menor al hospital Escuela donde fue atendido.

“Me lo traje y me dijeron que era una fractura, yo les dije que era la primera vez que se me fracturaba y me lo enyesaron, luego me lo lleve a la casa”, comentó Merlo. Después de dos meses, Brayan y su madre regresaron al hospital Escuela para le retiraran el yeso, pero fue en esa consulta que el médico les informó sobre el padecimiento al examinar una placa de rayos X de sus huesos.

“Yo no sabía hasta que el doctor me lo revisó y lo examinó y me dijo de qué se trataba y me dijo que probablemente heredó la enfermedad del papá”, manifestó la madre del menor.

Según el doctor Carlos Sánchez, ortopeda y traumatólogo del hospital Escuela, esta enfermedad es producto de la malformación en los genes.

“Se conoce como osteogénesis imperfecta, es una enfermedad hereditaria que se mira muy frecuentemente en nuestro medio, tiene que ver con errores en la base de genes, puede generar fracturas frecuentes, hasta en el vientre de la madre se puede ver que traen múltiples fracturas”, explicó Sánchez.

Según el galeno, de esta enfermedad se conocen al menos 500 casos a nivel nacional.

“Se ven muchas familias de varios departamentos de aquí de Francisco Morazán, vienen muchos de El Paraíso, bastantes de Olancho, del sur de la República y vienen algunos pacientes, pero muy pocos del interior”, detalló.

Agregó: “Esta enfermedad, que se da en uno de cada 20 mil casos, en muchos de los casos tiene que ver con quién se casa la persona, hay quienes se casan primos con primos o una relación intrafamiliar que tienen el gen”. Sánchez aseguró que esta enfermedad puede presentar signos visibles a la vista humana que pueden ser detectados por los padres de familia.

“La enfermedad se caracteriza por tres cosas que es importante identificar, lo que nosotros miramos, que es la escalera blanca se nos vuelve azul o oscura, tenemos alteraciones en los dientes que se llama dentinogénesis imperfecta y los huesos frágiles”, explicó. El especialista señaló que esta enfermedad no tiene cura, ya que las alteraciones o errores surgen en la formación del colágeno. “Esto los hace ser frágiles, estos niños tenemos que intervenirlos y colocarles unos clavos telescopados que tienen un engranaje necesario para cuando el niño va creciendo, cuestan como 30 mil lempiras y hay que colocarlos en todos los huesos”, detalló Sánchez.

Los menores que sufren esta enfermedad deben ser cuidados extremadamente, a tal punto que los médicos recomiendan alfombrar o acolchonar los lugares que frecuentan en su casa de habitación.

Tags: