TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un grupo de hondureños protestó en la Embajada de Honduras en Washington, Estados Unidos, solicitando la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS), combate a la corrupción y rechazo al nepotismo dentro del gobierno.
“Quedó al descubierto que la presidenta Xiomara Castro tiene muchos problemas administrativos con la red consular, pero también quedó los malos funcionarios que hay. Cobardemente el embajador Javier Bu jamás pudo bajar de su oficina y es lamentable, la comunidad hondureña sabe que hay crisis política en nuestro país”, manifestó Juan Flores, presidente de la Fundación 15 de Septiembre.
Agregó que “la próxima semana estaremos viajando con otra comitiva a Washington y exponer la situación precaria de la nación”.
Diáspora teme que peligre TPS
La diáspora de hondureños en Estados Unidos se encuentra preocupada por las crisis política en el país y los choques entre políticos de ambas naciones, en algunos casos hasta con faltas de respeto.
Si bien es cierto, cada país es soberano, los migrantes hondureños pueden salir afectados y más cuando se busca un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), argumentaron varios líderes catrachos.
El miembro de la Alianza Nacional por un TPS, Mardoel Hernández, manifestó que “ningún diputado está haciendo nada y nosotros aquí sufrimos las consecuencias porque no vemos ese interés de la clase política para que logremos un nuevo TPS, solo nos ven como ‘la gallina de los huevos de oro‘ por las remesas”.
Hernández fue enfático y añadió que “las relaciones diplomáticas deben ser amigables, pero al mismo tiempo las delegaciones diplomáticas deben mantenerse al margen de algunas cosas. Es cierto que hay preocupación por parte de Estados Unidos y el llamado de atención es a los dizque llamados padres de la patria con sus posiciones de divisionismo y echando a pelear al pueblo”.
Recientemente, el canciller Eduardo Enrique Reina mostró su inconformidad a Estados Unidos, al convocar a la embajadora estadounidense Laura Dogu para expresarle sus quejas ante supuesta injerencia por los comentarios en torno a la elección del fiscal.
