Tegucigalpa, Honduras
Los paraiseños festejan este lunes la elevación de su municipio a la categoría de ciudad. Como el 15 de mayo de 1959, las plazas se visten de fiesta y los ciudadanos emprenden su trabajo con la visión de contribuir al desarrollo del poblado.
Ya pasaron 58 años desde que la antigua villa emprendió su camino para convertirse en una pujante urbe de la mano del sector productivo, donde el café es el principal motor de desarrollo.
Y es que El Paraíso contribuyó el año pasado con una producción de 100,000 quintales de los 1.3 millones que se cosecharon en el departamento que lleva su mismo nombre.
El rubro genera cada año unas 300,000 plazas laborales que, aunque en su mayoría son temporales, mantienen activa la economía.
Para Ligia Laínez, alcaldesa municipal, es hora de que se impulsen otros sectores productivos para fortalecer la economía local y generar nuevas fuentes de empleo en un municipio donde más de 60 mil personas no tienen trabajo.
“Si la producción de café cae, también lo hace la economía local. Eso se ve reflejado en la pobre recaudación de impuestos”, aseguró.
Según la munícipe, el desempleo es una de las principales batallas que se deben ganar para engrandecer el poblado.
456 milhabitantes tiene la ciudad de El Paraíso, diseminados en 11 colonias, 15 aldeas y 155 caseríos. |
Hemos solicitado al presidente Juan Orlando Hernández que vuelva sus ojos a El Paraíso. La economía del municipio no está bien”, lamentó.
Un pueblo de lucha
Pese a los sinsabores financieros, los paraiseños se enorgullecen de tener una ciudad con un fuerte legado cultural.
José Raimundo Escoto, profesor y amante de los historia local, destaca el poder de lucha del pueblo que ha quedado demostrado en la historia.
“No podemos olvidar cómo en 1960 los obreros exigieron a las autoridades municipales que se fundara el primer colegio, Alejandro Flores, que desde 1961 forma a nuestros jóvenes”, destacó.
Hoy, en la Casa de La Cultura, se recordará el valor del poblado con charlas sobre la historia de su fundación, presentaciones artísticas y la degustación de platos tradicionales.
