Honduras

Fabio Lobo será sentenciado este martes en Nueva York

04.09.2017

Tegucigalpa, Honduras
La sentencia Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo, por conspiración para traficar drogas, se conocerá este martes en Nueva York, Estados Unidos.

El hondureño puede ser condenado a entre diez años de cárcel y cadena perpetua por conspirar y proteger al cartel de Los Chachiros a cambio de sobornos mientras su padre era presidente entre 2010 y 2014.

Lobo, de 45 años, fue capturado por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, en Haití en mayo de 2015 y desde entonces está encarcelado en Nueva York, donde se declaró culpable de narcotráfico.

El testigo clave en su contra es el excapo de Los Cachiros Devis Leonel Rivera, excolaborador de la DEA y también encarcelado en Estados Unidos, por los mismos delitos.

Rivera aseguró en una deposición ante la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York que Lobo, como el hijo del presidente, otorgaba protección a la banda criminal y les ayudó por ejemplo a escoltar dos embarques de 400 kilogramos de cocaína en 2012 y de una tonelada de cocaína en 2013 que terminaron en territorio de Estados Unidos.

La jueza que conoce el caso judicial, Lorna Schofield, determinó que el testimonio del capo Devis Rivera era “creíble” y que Lobo puede ser considerado como un “gerente o supervisor” en el esquema criminal, un rol agravado, aunque inferior al de organizador o líder, algo que era disputado por la defensa de Lobo.

La sentencia contra Fabio Lobo estaba prevista para el 31 de julio, pero fue aplazada para escuchar una moción de la defensa del hondureño que buscaba obligar al gobierno a difundir la lista de agentes de la DEA que trabajaron en 2012 en unas cuestionadas operaciones en Honduras.

Lobo deberá pagar a Estado unidos 266,667 dólares, una estimación probada del dinero que ganó cometiendo los crímenes en Honduras.

La cifra supera con creces lo que Lobo y sus abogados estimaban que debía ser pagado: 50,000 dólares como máximo.

Pero es inferior a los 13.1 millones de dólares, que no incluyen las ganancias del cartel hondureño Los Cachiros, para el cual trabajaba el acusado, que exigía inicialmente la fiscalía.