Honduras

'Era muy querido... No se imagina cuánta gente quería a mi cipote”

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17.05.2016

Tegucigalpa, Honduras
Una guitarra que no ejecutará más sus notas musicales y su camisa favorita acompañaban, junto a varios arreglos florales, el féretro que contenía los restos mortales de Júnior Ixael Osorto Banegas (18) durante el velatorio en la iglesia católica de la colonia Arturo Quezada.

Este joven valor perdió la vida la noche del domingo en una balacera protagonizada por unos criminales en la misma zona.

En el hecho también fallecieron los jóvenes Marlon Eduardo Alvarado García (21), Samuel David Ponce Calona (27) y Nury Pradi Andrade Raudales (36), mientras que otras dos personas resultaron heridas.

Los cadáveres fueron retirados el lunes de la morgue capitalina por familiares. El de Osorto Banegas, Ponce Calona y Alvarado García fueron llevados a la Arturo Quezada, mientras que el de Andrade Raudales a la comunidad de El Aguacate, Cedros, Francisco Morazán.

Ponce Calona y Alvarado García fueron sepultados la mañana de ayer, mientras que Osorto Banegas en horas de la tarde, en distintos cementerios capitalinos.

Drama en velatorio
En un ambiente de llanto e impotencia, familiares, amigos y vecinos de la Quezada velaron y sepultaron los restos de Júnior Ixael, un joven de bien que, según dolientes, tenía muchos sueños de llegar a convertirse en un destacado profesional.

Junto al ataúd yacía una guitarra que hace unos dos años le regaló un amigo y su camisa favorita de la marca Polo, color azul aqua.

En un cuaderno único colocado en una pequeña mesa, sus amigos y parientes escribieron algunos mensajes de último adiós.

“Júnior, eras un gran amigo y vecino, siempre te recordaré cuando jugábamos en bicicleta y nos encontrábamos en el parqueo, siempre te recordaré, espero estés descansando y al lado del Señor Jesús”, escribió Jonathan Ramos.

Júnior Ixael era el mayor de tres hermanos y el 23 de mayo cumpliría 19 años de edad, según confirmó su acongojado padre José Tomás Osorto Murillo.

“Él era querido, muy carismático, no se imagina cuánta gente quería a mi cipote”, expresó don José Tomás, sin poder ocultar su dolor.

Lamentó el clima de inseguridad que predomina en la zona, lo que pone en peligro la vida de gente inocente.

Pesquisas
La DPI sigue un proceso de investigación, las armas encontradas en un carro que fue abandonado en cercanías del aeropuerto de Toncontín fueron llevadas ayer a los laboratorios de Medicina Forense para realizarles las pruebas científicas.

La versión que ha trascendido a través de fuentes no oficiales, es que pandilleros habrían empezado a eliminar a miembros de barras de equipos en distintas colonias y en sus ataques terminan con la vida de gente inocente.

La investigación sobre este caso es manejada con hermetismo por los cuerpos de inteligencia y la única respuesta que brindan es: “estamos trabajando en el caso”