Comayagua, Honduras
Santos Aguilar llegó con síntomas de vómito y problemas respiratorios al Hospital Santa Teresa el pasado 31 de marzo, producto de una intoxicación causada por un agroquímico que manipuló mientras sembraba maíz en la finca donde labora.
Junto a Aguilar llegaron otras nueve personas, de las cuales seis eran menores de edad afectados, pero que afortunadamente fueron atendidos a tiempo en el centro hospitalario.
“Nosotros sembramos vegetales y granos básicos con químicos fuertes y sin equipo de protección, tenemos ese riesgo de intoxicación, pero necesitamos trabajar hasta donde el cuerpo aguante”, expresó Aguilar.
El mal manejo de los plaguicidas, sumado a la falta de dotación de equipo de seguridad adecuado, ha desencadenado recurrentes visitas de los campesinos de la ciudad colonia al Hospital Santa Teresa.
El año pasado en el centro asistencial se atendieron 90 personas con síntomas de intoxicación, a consecuencia del mal manejo de productos químicos. Y en el primer trimestre de 2016 se tiene un registro de ingreso de 18 personas que recibieron atención médica de emergencia por intoxicación.
La recurrencia de los casos representa en tan solo tres meses el 20 por ciento de las atenciones del año anterior, por lo que las autoridades de salud han hecho un llamado de alerta a las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa).
Sin protección
Ante la problemática sanitaria, las autoridades de Senasa anunciaron que la próxima semana realizarán inspecciones a las fincas agrícolas del municipio para conocer el tipo de productos que se usan y las medidas de seguridad.
Las visitas se realizarán en conjunto con autoridades del departamento del marco normativo de la Departamental de Salud y representantes de la Secretaría del Trabajo, ya que se ha detectado que en los campos agrícolas se contratan menores de edad.
“Se quiere verificar las condiciones en las que laboran los trabajadores en las fincas, ya que los propietarios son los responsables de la actividad y deben proveer equipo a sus empleados para evitar cualquier riesgo”, afirmó dijo Marvin Gradiz, jefe del departamento de Marco Normativo de la Departamental de Salud.
Por su parte, Wilfredo Fiallos, director regional de Senasa, argumentó que desde esta dependencia se trata de tener un control y vigilancia sobre el uso y comercialización de agroquímicos.
“Tratamos de mantener el control, pero solo tenemos un técnico para inspeccionar los agroservicios. Y en la zona central hay 86 negocios”, manifestó.
Sin embargo, aseguró que periódicamente se realizan decomisos de productos que no están etiquetados o no tienen el registro autorizado por Senasa.
Mientras tanto, los comerciantes de los productos como Igor Quezada, quien es propietario una distribuidora de agroquímicos, afirman que siempre hacen las recomendaciones sobre el uso correcto de los productos a los consumidores.
“Por lo general compran producto de etiqueta verde que son los menos peligrosos, pero aun así tienen dudas de cómo usarlos y nosotros les damos las recomendaciones del caso”, dijo.
