Pero donde más ha dejado su impronta en los seis años que lleva al frente de la casa neoyorquina Wes Gordon es en los colores, llevándola a salir de los básicos como el negro, el blanco y el marrón para combinar bloques de rojos o azul marino con negros, rosas, amarillos, denims y flores para vestir a un mujer “sin timidez, poderosa y segura y que ama la ropa”, explicó a la AFP.