Periodismo de Impacto

I-Drop Water hace su aparición proporcionando agua purificada a los sudafricanos

En los meses posteriores a la instalación del dispositivo, Mohale vendió alrededor de cinco botellas de agua filtrada por día
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23.06.2017

Johanesburgo, Sudáfrica
Para Petunia Mohale, el agua potable no era un hecho.

Después de descubrir óxido dentro de las tuberías de su casa, Mohale dudaba en si beber el agua del grifo.

Según un informe de 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1.800 millones de personas en todo el mundo utilizan una fuente de agua potable contaminada con heces. Mohale era una de las aproximadamente 300 millones de personas en África que no tienen acceso al agua potable.

Así que cuando un representante de ventas de I-Drop Water se acercó a ella para instalar un sistema de purificación de agua en su tienda de Sucketo, Mohale estuvo de acuerdo.

'La gente no tiene una opción entre esta alternativa realmente cruda de arriesgar su salud bebiendo agua insegura o encontrar una manera de pagar el agua embotellada increíblemente costosa que además es ambientalmente devastadora y realmente ineficiente', dice James Steere, cofundador de I-Drop Water.

Foto: El Heraldo

James Steere, cofundador de I-Drop Water.


Steere y Kate Thiers Steere fundaron I-Drop Water como una solución alternativa para hacer que el agua potable fuera accesible y asequible para personas como Mohale en Sudáfrica y en todo el continente africano.

Desde su fundación en 2015, I-Drop se ha asociado con propietarios de supermercados en cuatro países africanos (Sudáfrica, Zimbabue, Botsuana y Ghana) para instalar más de 60 sistemas de filtración y ya ha vendido más de medio millón de litros de agua potable.

Los sistemas de purificación de I-Drop se instalan en cualquier tienda de comestibles con acceso a un grifo corriente, sin coste para el dueño de la tienda. Los clientes pueden comprar agua potable por sólo 1R [6 céntimos de euro] el litro –supone un ahorro aproximado del 80% con respecto el agua embotellada. Al final de cada mes, I-Drop divide el beneficio de las ventas de agua uniformemente con el dueño de la tienda.

'Es un precio lo suficientemente bajo como para que casi todo el mundo lo pueda pagar y es increíblemente eficiente', dice Steere sobre el modelo de negocio I-Drop.

'Hemos eliminado estas barreras de costes de capital al hacer que [el sistema de filtración] sea gratuito para que cualquier tienda de comestibles lo instale en su tienda y empiece a vender'.

En los meses posteriores a la instalación del dispositivo, Mohale vendió alrededor de cinco botellas de agua filtrada por día, alguna más los fines de semana. Ella anima a los clientes a comprar agua de I-Drop, a pesar de su reticencia inicial. Al principio los clientes pensaron que era agua del grifo y que no era segura como el agua embotellada, dice.

Un purificador de I-Drop Water.


Pero el sistema de filtración I-Drop es tan eficaz y más rentable que la industria del agua embotellada debido a tres componentes principales: el filtro en sí, las redes móviles y la sostenibilidad ambiental.

El filtro de agua del sistema I-Drop, que se fabrica en los Estados Unidos, utiliza una configuración de nano-carbono para filtrar los virus, bacterias y quistes -todo lo que está basado en carbono y que podría hacer enfermar a alguien- mientras retiene los minerales del agua.

'El filtro no produce agua residual. Es una configuración simple, el agua que entra contaminada sale por el otro lado limpia y eso es esencial porque hay muchas restricciones de agua', dice Steere.

Mientras que el filtro es eficiente, eficaz y requiere una supervisión mínima, la tecnología de Global System for Mobile Communication (GSM) conecta cada máquina a la plataforma I-Drop, permitiendo a Thiers Steere monitorear cada máquina remotamente.

'Soy el nerd de los datos. Soy el que maneja toda la plataforma y soy el que diagnostica los problemas. La cantidad de datos que obtenemos de la información que recibimos es increíble', dice Thiers Steere.

Mientras que un técnico de I-Drop está disponible para reparar la máquina en caso de mal funcionamiento, Thiers Steere suele ser capaz de resolver cualquier problema técnico a distancia a través de la plataforma móvil de la máquina y de los datos que recibe de ella.

Como resultado, la supervisión personal de I-Drop de cada máquina se limita a un cambio de filtro cada 6 u 8 meses. Pero incluso entonces, los dueños de las tiendas pueden ser entrenados para reemplazar los filtros ellos mismos.

Foto: El Heraldo

Un técnico de I-Drop Watre anuncia la venta de agua en este lugar.


'Casi no hay lugares en África que no tengan una cobertura [móvil] decente. Y debido a que hemos diseñado nuestro sistema para que pueda funcionar completamente con energía solar, puede operar con una bomba de energía solar, puede generar una comunicación electrónica con energía solar', dice Steere.

Mientras que la energía solar es uno de los beneficios ambientales de I-Drop, el proyecto también reduce el consumo de plástico. Los consumidores traen su propio contenedor o compran un contenedor reutilizable en vez de comprar botellas de agua individuales.

En última instancia, I-Drop pretende ser una alternativa económica y asequible a la industria del agua embotellada y una solución práctica para el deterioro de las infraestructuras hídricas.

'La inversión masiva que el gobierno necesita hacer para que todo el agua que llega a las personas sea segura para beber no es realista', dice Steere.

Según el Informe de Infraestructuras del Instituto Sudafricano de Ingeniería Civil de 2011, el coste de reemplazar las infraestructuras de recursos hídricos es de 139 mil millones de rands [9 mil millones de euros].

'En su lugar, ¿por qué no tratar el agua potable como un alimento? Si puedes bajar el precio hasta un punto en el que todo el mundo pueda pagarlo y usas los canales existentes [tiendas de comestibles] para conseguirlo, has abordado ese tema específico', dice Steere.

Sin embargo, Steere y Thiers Steere reconocen que 1R por litro sigue siendo inasequible para algunas personas.

'Queremos ser parte de la solución de agua potable. Tenemos que hacer frente a este desafío utilizando los negocios y nuestro modelo de negocio lo permite', dice Steere.

Como una empresa de negocios con fines lucrativos, I-Drop espera subvencionar el coste de instalación de sistemas de filtración con los ingresos de las ventas generadas por los propietarios locales. Ellos ya han instalado una máquina en la Escuela Primaria Bapedi en Soweto, que permite a los estudiantes y al personal beber agua segura de forma gratuita.

Steere y Thiers Steere creen en el éxito final de I-Drop en África y en otros lugares. Pero, mientras tanto, su enfoque inicial es crecer el mercado de Sudáfrica, especialmente en Johannesburgo y Cabo Oriental.

https://www.idropwater.com/