Un frasco de salsa para alcanzar la libertad. Este es el objetivo de SfruttaZero, un proyecto nacido en Puglia, para dar un trabajo digno a los jornaleros que acuden al 'talón' de Italia durante la cosecha del tomate. La idea nació en el gueto de la ciudad de Nardò, donde viven cientos de inmigrantes en condiciones vergonzosas y que trabajan en el campo con salarios miserables mientras son objeto de todo tipo de abusos. 'Cultivar campos sin explotación es posible y eso es lo que estamos haciendo', explica Rosa Vaglio, portavoz de Diritti a Sud (Derechos en el Sur), la asociación que dirige el proyecto junto con Solidaria, galardonada en 2016 con el premio Livatino por su fuerte postura antimafia.
El año pasado, SfruttaZero produjo 20.000 frascos de salsa, proporcionando trabajo a 21 inmigrantes debidamente registrados y que recibieron un salario digno. Este año la asociación pretende crecer: 'Para nosotros, esta salsa de tomate tiene un valor altamente simbólico. Representa una unión de pueblos y por lo tanto tratamos de producirla de manera natural. Hemos hecho cursos de agricultura natural y no utilizamos productos químicos en nuestros campos', dice Vaglio, quien ya recibió pedidos de compra de Alemania, Francia y Austria.
