ETA Y IOTA: Las marcas y desafíos para Honduras

Los cinco retos económicos que dejan Eta y Iota en Honduras

Por: Redacción El Heraldo
15.12.2020
- El paso de Eta y Iota dejó anegadas plantaciones enteras, principalmente en el valle de Sula, donde se genera el 50% del PIB nacional
15.12.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La economía de Honduras no venía marchando bien y este 2020, el panorama se volvió más oscuro tras la llegada de dos fenómenos naturales que ocurrieron de manera casi simultánea, dejando a la población en una situación más crítica.

La crisis comenzó a agudizarse con la pandemia del covid-19, donde el sector económico fue el más golpeado, ya que el confinamiento obligó a detener las actividades y esto en un país en vías de desarrollo como Honduras, significa un gran estancamiento, prueba de ello es que el desempleo creció notablemente en los meses anteriores. Los expertos anunciaron una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de hasta un 12% al finalizar el año, cifra que luego de los inesperados Eta y Iota, crecerá considerablemente.

Tras más de un mes de que los fenómenos naturales anegaran ciudades, plantaciones, industrias y todo lo que hallaron a su paso, las pérdidas en producción son todavía incalculables.

Tras más de un mes de que los fenómenos naturales anegaran ciudades, plantaciones, industrias y todo lo que hallaron a su paso, las pérdidas en producción son todavía incalculables.
Además, aún con la pandemia activa, luego del paso de los eventos climatológicos que afectaron de manera drástica a la población, se estima que las pérdidas económicas producto de su impacto sean de 10,000 millones de dólares, pues los principales rubros que sostienen a la nación se vieron afectados.

VEA: Expectativa por solicitud del TPS tras paso de Iota

EL HERALDO conversó con el economista Claudio Salgado, quien aseguró que estos son los retos que Honduras deberá enfrentar en medio de su proceso de recuperación:

1. La producción agrícola disminuirá

Una de las tres principales actividades productivas del país es la agricultura, la cual se realiza en varios departamentos, muchos de ellos, fuertemente afectados por las lluvias como el caso de Cortés, Yoro, Atlántida, Colón y Olancho.

El paso de Eta y Iota dejó anegadas plantaciones enteras, principalmente en el Valle de Sula, donde se genera el 50% del PIB nacional.

La situación en estas localidades del país es crítica, pues muchas comunidades aún permanecen inundadas, y aunque el agua bajara, los suelos tendrían que atravesar un proceso de recuperación antes de volver sembrar.

Por tal razón, se prevé una escasez de productos agrícolas y una carestía en los alimentos básicos, lo que golpeará aún más al sufrido pueblo hondureño.

La escasez de alimentos es una de las mayores preocupaciones. Foto: Aarón Canales/ EL HERALDO

La escasez de alimentos es una de las mayores preocupaciones. Foto: Aarón Canales/ EL HERALDO
2. Alarmante desempleo

Tras los daños y las pérdidas generadas, se estima que miles de hondureños que se encontraban empleados o que realizaban actividades de subsistencia de manera informal pierdan sus fuentes de ingreso.

En ese sentido los economistas advierten que cerca de 800 mil personas pasarán a formar parte de las cifras de personas desocupadas, por lo que se debe comenzar a trabajar de forma urgente en planes para generar empleos y evitar que más familias crucen la línea hacia la pobreza o pobreza extrema.

ADEMÁS: ¡Heridas abiertas! Honduras comienza de cero tras el paso de Eta y Iota

3. Salir adelante con los propios recursos

Para Salgado, Honduras enfrenta el reto de levantarse con sus propios recursos y apelar al apoyo internacional, sin embargo, lamentó que en esta ocasión no se haya visto todavía una proyección de otros países u organismos interesados en ayudarnos.

'En el Mitch, ya para estas fechas había apoyo de brigadas de varios países como México, Italia, Francia, entre otros. Ahora no se ha visto. La reacción de la comunidad internacional no se ha visto, ha sido muy pobre... entonces lo mismo va a ocurrir con el empleo, lo que se debe hacer es financiar la actividad productiva con el exceso de liquidez existente en los bancos', aseguró el experto.

Factores como el desempleo, la pérdida en los cultivos y demás actividades productivas y de subsistencia generaron una mayor dependencia de ayudas externas.

Factores como el desempleo, la pérdida en los cultivos y demás actividades productivas y de subsistencia generaron una mayor dependencia de ayudas externas.
4. Flexibilizar las normas a los prestatarios

Uno de los principales problemas para la pequeña y mediana empresa es la serie de requisitos que impone la banca nacional para acceder a créditos y así sustentar la producción, por tal razón, se recomienda revisar dichos reglamentos, sobre todo en momentos tan difíciles como estos.

'La Comisión Nacional de Banca y Seguros debe evaluar si la aplicación de las Normas de Basilea se pueden suspender, por lo menos durante dos años, mientras dura esta crisis, para que se le pueda dar salida a esos 100,000 millones de lempiras que tienen los bancos para liquidez', enfatizó.

5. Ejecución correcta del presupuesto nacional

Otro punto fundamental, según Salgado, es que las autoridades deben revisar la distribución del presupuesto nacional, puesto que actualmente una importante suma de dinero se está destinando a instituciones que cumplen funciones que ya eran cubiertas por otros entes existentes.

A su juicio, el gasto público debe utilizarse para dos actividades primordiales: aliviar los efectos de la crisis del coronavirus y llevar a cabo una labor de reconstrucción en todo el país.

El entrevistado además recordó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe 'Perspectivas 2021' señala que hasta 2025 los países alcanzarán el PIB que tenían antes de la crisis por el coronavirus, esto supone una difícil recuperación. Pero en el caso de Honduras, este periodo puede extenderse a 10 años, debido a que el mismo FMI y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) concuerdan en que la pandemia será controlada en los países pobres hasta en 2022 y sumado a la devastación de los fenómenos naturales el futuro para la nación centroamericana, además de incierto, se pinta gris.