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Ellas inspiraron melodías de amor en el mundo del rock and roll

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18.04.2017

Estados Unidos
Detrás de una canción sublime y exitosa se esconde una mujer irreverente. Platónicas o de carne y hueso, ellas se abrieron un espacio y se consagraron como las deidades del rock... Sin distinción entre la literatura y el arte, la música también tiene un trasfondo de realidad.

Algunos de los grandes éxitos del rock hicieron del genero una verdadera manifestación de amor apreciada y alabada por la cultura popular. Bajo temas expresamente dedicados u otros con menciones implícitas o casi secretas, la idolatría a la figura femenina ha recalado en la música desde su origen.

Tendencia

Tan antagónicos en su música como en sus chicas, los intérpretes más grandes de la historia fueron igual de inmensos en sus relaciones. De acuerdo con Myrna María Barahona, periodista especializada en rock, la tendencia comenzó en la década de 1950, en pleno furor del género, con pioneros como Chuck Berry y Ritchie Valens, quien en 1958 dedicó su gran éxito Donna a su novia de secundaria Donna Ludwig.

En 1968, Paul McCartney le escribió a Linda Eastman, su fiel compañera de vida y muerte, el tema I Will, correspondiente al décimo disco de The Beatles.

Un años más tarde a él se sumaria el compositor estadounidense Neil Sedaka, con Oh Carol, una canción de mellow rock dedicada a la cantante y su novia en ese entonces Carole King.

Sin escapar de las evocaciones de amor, en 1964 el bajista de The Beatles, Paul McCartney, compuso And I Love Her, el quinto tema del álbum A Hard Day’s Night, dedicado para su novia -entre 1963 y 1967-, la actriz británica Jane Asher.

Al hablar de musas del rock, Patty Boyd es quizá la máxima inspiración de canciones de rock. Tras interpretar a una colegiala en el filme A Hard Day’s Night en 1964, se hizo novia del guitarrista del cuarteto de Liverpool, George Harrison, con quien se casaría en 1966.

En su autobiografía de 2007, la exmodelo y actriz confesó que una de las mejores canciones de los Beatles, Something, escrita por Harrison, fue inspirada en ella.

Aún estando casada con el guitarrista del caurteto de Liverpool, Eric Clapton se enamoro de perdidamente de Boyd y escribio en su honor Layla, una melodia de rock clasico que habla sobre amor prohibido. Patty y Clapton se casaron a pesar de que el era uno de los mejores amigos de Harrison, y en 1977 siendo ya solista; Clapton grabó Wonderful Night para ella.

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