Salud y Belleza

Un duelo sin calor humano, la realidad más cruel del nuevo coronavirus

La crisis sanitaria ha socavado los ritos de duelo y de despedida, ¿cómo superar la pérdida de un ser querido en una nueva normalidad donde la muerte no tiene rostro?
FOTOGALERÍA
15.07.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Es una desgarradora realidad... quienes sucumben a la pertinaz pandemia del covid-19 normalmente perecen en aislamiento y sin sus seres queridos al lado para evitar que más miembros de la familia terminen contagiados.

Los funerales y los entierros no se llevan a cabo de la forma usual y los dolientes no pueden darse el abrazo y apoyo que tanto necesitan en un momento tan trágico.

¿Cómo es posible sobrellevar un dolor así de inmenso en circunstancias tan atípicas? ¿Cómo podemos dar ese último adiós de manera significativa?

“Lo más duro es no poder decirle adiós a nuestro ser querido juntos como familia”, comenta con un rostro agotado, sumido en el dolor y marcado por la frustración el doctor Leonard Cohen, del Hospital Universitario de Norwich, Inglaterra, luego del fallecimiento de su abuelo de 99 años por coronavirus.

“Cuando internamos al abuelo por una neumonía la semana pasada, sabíamos que la probabilidad de que regresara a casa era mínima...”. Esta situación se repite centenares de veces a diario en muchos países y en algunas naciones como la nuestra este escenario doloroso es inevitable. Para muchas familias es solo cuestión de tiempo para que la tragedia les visite.

Tan inverosímil como suena, muchos funerales ahora se están llevando a cabo de forma remota y aplicaciones como Zoom se usan para congregar a los dolientes virtualmente y evitar el contacto directo. No obstante, es imposible reemplazar de esta forma el calor humano, familiar y filial que es tan vital en un momento tan doloroso.

Desde inicios de abril el gobierno de la República, a través del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), estableció normas más restrictivas para todas las personas que fallezcan en el período de alarma, de manera que se impiden los velatorios y no se permiten más de diez acompañantes (de primer grado de consanguinidad) en el entierro, todos siguiendo los protocolos de bioseguridad y distanciamiento social, ahora parte de la “nueva normalidad”.

El coronavirus no sólo ha cambiado la forma en que vivimos; también ha cambiado la forma en que morimos.

El coronavirus no sólo ha cambiado la forma en que vivimos; también ha cambiado la forma en que morimos.

Sin más, en este artículo nos volcamos a dar, de la mano de expertos, recomendaciones útiles para sobrellevar estas irreparables pérdidas.

No retenga su llanto
Las lágrimas limpian el alma. Todos somos vulnerables, sin excepción. No tema ceder al llanto; recuerde que es un mecanismo emocional, físico y psicológico intrínsecamente humano para bregar cuando se atraviesa un enorme dolor y es necesario para llegar al eventual estado de aceptación.

Hable con otros
No se reprima de hablar con otros sobre el dolor que está viviendo. Debido al distanciamiento social y el encierro, es posible que deba utilizar el teléfono, aplicaciones de mensajería instantánea y de videoconferencia para expresar con sus amigos y familiares lo que por dentro está experimentando.

Compartir sus sentimientos con alguien es una de las formas para desahogar el dolor, la rabia y la frustración que provoca sentir el repentino vacío dejado en su vida por su ser amado.

“Darse tiempo para transcurrir adecuadamente por las etapas del duelo (negación, ira, depresión, negociación y aceptación) es crucial.Si esto no sucede se corre el peligro de no alcanzar una aceptación saludable, que, en el peor de los casos, se puede desarrollar un duelo patológico”, explica Antonio Escobar, psicólogo clínico en atención familiar.

Ayuda psicológica
La UNAH te escucha…” (chat en línea), “Teléfono de la esperanza”, (llame al 150) y el Colegio de Psicólogos de Honduras (a través de cuatro líneas: 9532-8538, 8845-8592, 3322-5724 y 9657-0989) están ofreciendo a nivel nacional apoyo psicológico gratuito ante la pandemia.

Aceptación. No pierda el equilibrio
Los expertos recomiendan que ante tanta angustia y profundo pesar, familiares y amigos que experimentan la pérdida de un ser amado deben centrarse en rememorar con aprecio y valoración la vida de quien sucumbe a la pandemia y hacer todo lo posible por aceptar las circunstancias actuales que no podemos cambiar, evitando enfocarse en la forma intempestiva en que la vida de esa querida persona fue arrebatada o las palabras que quedaron por decir.

Si no le es posible asistir al funeral, puede colocar una foto de su ser querido en un lugar apropiado en su casa y recordar con cariño las hermosas experiencias vividas a su lado, celebrando el privilegio de haber compartido parte de su vida junto a ese ser amado en la inmensidad de un universo infinito en espacio y tiempo. Mantener este equilibrio le ayudará a aceptar los hechos de forma más realista.

Otra alternativa que “alivia el duelo es escribir una carta de despedida, expresando aquellas palabras que no le pudo decir en vida. Cada persona sobrelleva el duelo a su manera, a nadie se le debe juzgar por hacer o dejar de hacer lo mismo que los otros”, apunta la también especialista en psicología Ninoska Silva.

Ofrezca apoyo a sus demás familiares
Tal como usted, cada uno de los miembros de su familia experimentan el duelo de forma profunda, privada y única, aún si aparentemente se hacen ver fuertes. Ofrezca consuelo y ánimo a todos.

Eso le ayudará a usted mismo. No busque las palabras apropiadas que deba decir porque no las hay. Sólo hágales saber que pese al distanciamiento, no están separados, que están en sintonía emocional y que ninguno está experimentando este dolor en soledad.

Proceso
La función de la tristeza consiste en reiterarnos, aceptar la pérdida y reflexionar sobre lo ocurrido.

Carpe Diem
Nunca espere a que sea demasiado tarde para expresar a sus seres amados lo importante que son en su vida y lo mucho que los ama y acepta incondicionalmente. Esta es una de las mejores formas para sobrellevar, llegado el momento, la muerte de un ser querido.

Como ha ocurrido innumerables veces en el pasado, nuestra raza humana es resilente y sobreviviremos colectivamente a este enemigo poderoso y aterrador.

Es posible que en el futuro se puedan celebrar eventos en memoria de los fallecidos en esta pandemia y usted pueda tener una oportunidad más de decir adiós a esos seres que tanto ha amado.

Mientras ese momento llega, jamás olvide celebrar la vida y el amor de quienes hoy ya no están, rememorar con amplio corazón y mente los momentos dulces a su lado y comprender que hay cosas y sucesos que, por muy dolorosos que sean, están fuera de nuestro alcance y control.

De esa forma le daremos el mejor significado a estas inusuales circunstancias y mucho más valor a nuestra efímera existencia.

Foto: El Heraldo

Sinceridad, cariño y comunicación, las claves para ayudarles a pasar este triste momento.

¿Cómo explicar la muerte a los niños?
Afrontar la muerte de un ser querido siempre será duro, pero para los más pequeños supone una situación más complicada de entender y afrontar. Sobre todo, si se intenta suavizar, ocultar o explicar utilizando metáforas complejas un tanto alejadas de la realidad humana.

Estela Antúnez, psicóloga clínica, considera que el miedo de los adultos a herir la inocencia infantil puede acabar empeorando la delicada situación y las respuestas sinceras, claras y sencillas, sin embargo, favorecen que los pequeños entiendan la muerte como un proceso irreversible.

Entonces, ¿cómo abordar con los niños las pérdidas de una ser querido en tiempos de Covid-19? Primero evalué la edad.

La información que divulgue un adulto puede diferir en cantidad y profundidad según la edad desarrollo y madurez del pequeño. Los niños entre los 2 y 6 años, según la especialista, creen que la muerte es temporal y reversible, puntuada quizás por el hecho de que los personajes de sus dibujos animados pueden encontrar su destino y luego regresar al día siguiente para otro episodio.

“A los menores de dos años, si bien podemos manifestarles lo que ha ocurrido no lo van a comprender, pero sí podemos involucrarlos en la medida de los posible. Por ejemplo, incluyéndolos en las pláticas que giren en torno a la huella de ser amado que nos ha dejado. Siempre hablándoles de forma sencilla y clara que les trasmita tranquilidad, seguridad y estabilidad a pesar de lo difícil de la situación. En el caso de los niños de 6 a dos años, hay que estar preparados para responder sus preguntas con sinceridad y cariño, de manera que el niño pueda ver la muerte como un hecho natural. Normalmente los niños empiezan a tener una idea de la muerte entre los 6 a 10 años de edad.”, explica Antúnez.

Incluso después de explicar que 'todos los seres vivos mueren' y 'la muerte es el final de la vida', es normal que los niños pequeños pregunten: '¿Cuándo puede volver esa persona?'.

Esté preparado para recordarles, amablemente y con calma, que 'una vez que un cuerpo deja de funcionar no se puede arreglar' y 'una vez que alguien muere, esa persona no puede regresar'.

Otro punto clave es explicarles lo que ha sucedido. Deje a un lado los eufemismos como “Se ha ida a un mejor lugar”, “Están dormido (a)”, “se fue de viaje” o “Se ha ido al cielo”.

“Además de que la noticia del fallecimiento de un ser querido debe ser comunicada a los niños lo más pronto posible y dicha por un padre o tutor, no es conveniente crearles fantasías. Al decirles “se ha ido al cielo”, el niño lo ve lejos e inalcanzable, o al decirles que se quedó dormido usted les está mintiendo y fomentando emociones que no son saludables. Tampoco es válido amenazarlos con que si no se portan bien su ser amado no regresará”, explica.

Por otro lado, dado que el distanciamiento social está haciendo cada vez más difícil, si no imposible, llorar junto a los seres queridos, como solemos hacer cuando alguien muere, es imperativo que encontremos una manera de permitir que los niños se despidan y recuerden.

“Por ejemplo organice una pequeña ceremonia dentro del hogar para conmemorar su vida, o escriba junto al niño una carta de despedida. A los niños no se les debe mentir, es muy importante que ellos expresen sus emociones. Enséñeles que llorar por la pérdida de una ser amado se relaciona a la tristeza y al duelo”, concluye.

Tags:
| | |