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Ezequiel Padilla: La pintura como conciencia de una época

La pintura de Ezequiel Padilla es como un campo minado, cuando la ves estalla en tus ojos todo el tormento humano

FOTOGALERÍA
08.02.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hoy intentamos acercarnos a la obra de Ezequiel Padilla Ayestas (1944-2015), un maestro del expresionismo pictórico, su trabajo fue bastante documentado y comentado, pero el abordaje de su obra se movió bajo los estereotipos de lo ideológico y lo político.

No negamos que el contenido y sentido de su obra tenga un fuerte componente político, de allí su predilección por el tratamiento realista de su pintura, pero es importante acercarnos a las claves o códigos que sustentan esa construcción formal, en otras palabras, es necesario indagar en los núcleos de su lenguaje artístico.

'La casa de Rafael Alberti'Pieza magistral de Ezequiel Padilla, esta obra es un ejemplo de composición sobre la diversidad de enfoques en el plano visual, pareciera un collage fotográfico.FOTOS: Daniela Lozano

'La casa de Rafael Alberti'. Pieza magistral de Ezequiel Padilla, esta obra es un ejemplo de composición sobre la diversidad de enfoques en el plano visual, pareciera un collage fotográfico. FOTOS: Daniela Lozano

La configuración formal en la obra de Ezequiel Padilla

Una de las primeras características de la obra de Padilla es la “transgresión del espacio visual”. El espacio es alterado, deslimitado, desbordado.Rompe con las convenciones preestablecidas y construye una sintaxis (orden) que disloca los sentidos; nada de esto es casual, Padilla asume de manera consciente que todo intento por denunciar el supuesto orden lógico y racional del sistema capitalista pasa por develar un orden diferente en el espacio pictórico que obligue al espectador o público a reconocer la realidad con una nueva mirada, es decir, con un mirar crítico que acometa contra las convenciones sociales preestablecidas, apropiándose de las novedosas e irritantes maneras que el arte nos propone para ver y descubrir la auténtica realidad de los fenómenos y las cosas, por esta razón, Ezequiel Padilla tiene entre sus mejores recursos formales la “sintaxis crítica”, el no orden contra un orden demencial, desquiciado.

'Rostros de sangre'Violenta imagen, al mejor estilo de Jasper Johns, define la escena con dos bandazos de color, prevalece el rojo para otorgarle una carga absolutamente simbólica, las referencias son claras. FOTOS: Daniela Lozano

'Rostros de sangre'. Violenta imagen, al mejor estilo de Jasper Johns, define la escena con dos bandazos de color, prevalece el rojo para otorgarle una carga absolutamente simbólica, las referencias son claras. FOTOS: Daniela Lozano Otro recurso formal en la obra de Padilla Ayestas es la simultaneidad-discontinuidad. La tendencia del discurso visual de orden realista es la presentación de una imagen homogénea alrededor de una escena, pero en Padilla es común observar una construcción figurativa en la que segmenta el espacio pictórico mediante la representación de distintas escenas, gracias a ese recurso es posible hacer converger diferentes realidades, son como realidades paralelas en las que una acción se desarrolla al margen de la otra, pero todo es captado de manera simultánea.

Ese espacio se organiza de tal manera que al observar la pintura sentimos como si se abriesen de manera simultánea diferentes ventanas de significación. Mediante esa estrategia, el artista rompe la monotonía de la imagen continua, narrada linealmente a la que nos acostumbró el realismo crítico tradicional, introduce la imagen discontinua para anular la percepción unívoca de la obra y dar paso a diferentes direcciones semánticas (de significación).

Un clásico ejemplo de este recurso es la obra “Lo trascendente cotidiano III, el bar”, donde unos tipos juegan billar, otros beben, mientras otro personaje asesina a cuchillazo limpio a otra persona; esta forma de expresar la realidad fue utilizada en la literatura hondureña por el fallecido Marcos Carías Zapata en la novela “Una función con móbiles y tentetiesos” (1981), como sostiene el crítico literario Héctor Leiva, son modos de “construir imágenes que dan cuenta de la complejidad de lo real”.

'Figuras' La naturaleza expresionista de estos rostros evidencia el tratamiento gráfico-psicológico de estos personajes, más que rostros son huellas humanas. FOTOS: Daniela Lozano

'Figuras'. La naturaleza expresionista de estos rostros evidencia el tratamiento gráfico-psicológico de estos personajes, más que rostros son huellas humanas. FOTOS: Daniela Lozano

La realidad corre fluida, discontinua y simultánea, Padilla lo capta con magistral audacia, nada es casual en su obra, su realismo recurre a todas las formas posibles, a todas las experiencias plásticas para dejar sentado su argumento visual; ha tomado nota de la simultaneidad cubista, del expresionismo clásico alemán y su fluidez narrativa, hay zonas de su pintura que se las debemos al expresionismo abstracto, hay en su obra una objetividad visual que tiene todas las huellas de la neofiguración, toma referencias de la imagen popular que lo acerca al pop, pero escapa de ella descontextualizándola, para insertarla en realidades emergentes y contemporáneas.

De la serie 'El sueño americano'Esta pieza nos hace recordar del dinamismo del futurismo italiano, un tren destroza los sueños de un migrante y adiciona como realidad paralela el referente de una jaula (prisión) que le sirve de contraste visual. FOTOS: Daniela Lozano

De la serie 'El sueño americano'. Esta pieza nos hace recordar el dinamismo del futurismo italiano, un tren destroza los sueños de un migrante y adiciona como realidad paralela el referente de una jaula (prisión) que le sirve de contraste visual. FOTOS: Daniela Lozano

En fin, pareciera que la obra de Ezequiel Padilla se mueve bajo esta máxima de Bertol Brecht: “Todo lo formal que nos impida llegar a la raíz de la causalidad social debe rechazarse, todo lo formal que nos ayude a llegar a la raíz de la causalidad social debe aceptarse”.

“La parodia crítica” es otro recurso que utiliza Padilla Ayestas para expresarse, consiste en retener la forma de una obra famosa, pero alterando su contexto cultural e histórico, la obra “Homenaje a Pablo Zelaya Sierra” es un ejemplo adecuado para explicar el lenguaje de “La parodia crítica”, gracias a este recurso el maestro Padilla puede introducir en su obra una explosiva ironía.

“El trazo semantizado” es otra marca, quizá la más reconocida en la obra del maestro. ¿A qué nos referimos con esto? La referencia tiene que ver con la ejecución de un trazo pictórico desgarbado, violento, deslimitado (borra los límites de la línea que tradicionalmente le da contorno a la figura), por esa razón no dibuja o, mejor dicho, diseña con el trazo y el color; ese trazo es semantizado porque su utilización está relacionada directamente con su postura enérgica y contundente ante la realidad social, Ezequiel vive en sus manos toda la angustia, el delirio, el tormento y todas las formas de perturbación social que el ser humano ha vivido y puede vivir en este mundo.

De la serie 'Un sueño americano' Un conjunto de líneas estimulan una cartografía de la prisión humana, los sueños, masa difusa de color, reposan derrotados en ese rígido enjambre de barrotes. FOTOS: Daniela Lozano

De la serie 'El sueño americano'. Un conjunto de líneas estimulan una cartografía de la prisión humana, los sueños, masa difusa de color, reposan derrotados en ese rígido enjambre de barrotes. FOTOS: Daniela Lozano.
Su trazo pictórico no es una excusa para darle color al lienzo, es una batalla a muerte con los dilemas que lo obsesionan. Vemos sus pinturas y cada trazo arranca sangre de los ojos, pintando se despedaza y nos despedaza, su estética es una lucha por salir vivos de un mundo que apesta a muerte e injusticia, su pintura solo nos reunifica en la reflexión, la reflexión es el antídoto contra el desgarramiento interior y la fragmentación exterior.

“El enfoque fotográfico” es otra estrategia visual del maestro. En su última exposición titulada “El sueño americano” es donde mejor expresa este recurso que consiste en variar constantemente los ángulos de percepción o de enfoque.

No hay duda de que su preocupación por dar testimonio mediante el registro social de su obra lo llevó a adoptar la técnica fotográfica para insinuar distintos ángulos de visión o, lo que podríamos llamar, puntos sensibles de comunicación. No es casual que frente a una obra de Ezequiel Padilla nuestra mirada adopte formas diagonales, frontales, oblicuas y otras que obligan a descentralizar la mirada, pero este asunto de enfoques no es inocente, es una de las formas que adopta su examen crítico de la realidad, mientras más someta su obra a las cualidades plásticas del lenguaje artístico, más eficiente y poderosa es su denuncia social.

De la serie 'El sueño americano' Qué decir de esta pieza, ejecutada bajo un ángulo visual de 'vuelo de pájaro' propia del desarrollo gráfico infantil. Los recursos plásticos de Ezequiel Padilla eran ilimitados. Rieles del tren y rostros desollados, nada más que decir. La síntesisvisual es otro rasgo de su trabajo. FOTOS: Daniela Lozano
Ezequiel Padilla Ayestas siempre supo que el simple testimonio era insuficiente para captar todo el conjunto de causalidades sociales que oprimen a los seres humanos, se dio cuenta de que la pintura es totalidad dialéctica si reúne en su ser la maestría de su lenguaje y la denuncia constante a toda forma de opresión.

El pintor André Derain dijo una vez: “Los colores eran para nosotros cartuchos de dinamita”, leo esas palabras e irremediablemente un estallido interior me lleva a la obra de Ezequiel Padilla Ayestas.