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Realidades evadidas a gusto propio

El Museo para la Identidad Nacional fue sede de la presentación de la obra “En la ardiente oscuridad”, dirigida por Fabricio Raduales, que aborda la incapacidad voluntaria de las personas de reaccionar ante su propio entorno

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19.11.2018

Tegucigalpa, Honduras
No hay peor ciego que el que no quiere ver. Un dicho universalizado que fue llevado a escena en la adaptación hondureña de “En la ardiente oscuridad”, presentada en el Museo para la Identidad Nacional (MIN).

La trama parte del libreto original del fallecido director español Antonio Buero Vallejo y reencarna en las actuaciones de Meylin Reconco, Ana Barrientos, Kevin Ávila, Léster Gutiérrez y Leonardo Banegas, quienes junto a su director Fabricio Raudales integran Proyecto Escénico Ideas.

La trama
Cuatro ciegos conviven de forma amena en un instituto donde su incapacidad para ver no parece ser un problema, sin embargo, las cosas comienzan a dar un giro cuando un nuevo integrante se suma al grupo.

Aquello que antes no representó una desventaja mayor, se vuelve el foco de atención cuando los habitantes descubren que ignorar la realidad puede tener un precio demasiado difícil de pagar. Ligado a conflictos amorosos, la coexistencia entre los ahora cinco miembros representa un verdadero desafío.

La obra se centra en el infortunado Ignacio, ciego de nacimiento, que contagia su sensación de desgracia por la pérdida del más maravilloso de los sentidos. A pesar de los intentos de Carlos, receloso de la amistad entre el recién llegado y su novia Juana, Ignacio no consigue salir de su depresión.

Un día como cualquier otro este sufre una caída aparentemente accidental en los columpios del patio que acaba con su vida y, eventualmente, con la tristeza que contagia al resto de sus compañeros de casa.

Tras el episodio infortunado se esconde una verdad: ¿cuántas veces resulta mucho más sencillo ignorar un problema que hacerle frente de manera sensata? La respuesta se ve evidenciada en los más de 60 minutos de interpretación donde un grupo de personas -supuestamente felices- deciden eliminar la oportunidad de aprender a vivir de forma diferente.

Mensaje
“La obra básicamente se compara con el mundo donde vivimos actualmente. El autor pretende mostrar el hecho de que como humanos siempre le huimos a los problemas, cambiamos y tratamos de deshacernos de esas ideas que pretenden abrirnos la mente y la vista. Muchos somos ciegos ante nuestra realidad y lo único que hacemos es mirar hacia otro lado”, dijo Raudales.