Tegucigalpa, Honduras
Colmada de dicha y con una sobredosis de carisma y jovialidad que contagia, así recibió sus 95 primaveras doña María Luisa viuda de Coello durante una inolvidable fiesta en su honor.
Todo fue preparado con esmero por sus hijos, nietos y bisnietos, quienes para esta ocasión especial se convirtieron en cómplices para hacer de esa noche una cita memorable en la vida de la homenajeada.
Los jardines del Centro de Convenciones Villa Real recrearon un ambiente muy ameno para que doña María Luisa disfrutara su natalicio en compañía de quienes a lo largo de su vida la han hecho feliz.
Durante la velada la matriarca recibió incontables muestras de cariño acompañadas de finos detalles que la embargaron de mucha emoción y felicidad al sentirse especialmente amada por sus seres queridos, quienes dieron gracias a Dios por conservar ese pilar de la familia tan llena de vida, saludable y con ese espíritu entusiasta que la caracteriza.
