El realismo fantástico y naturalista, el expresionismo y el impresionismo han marcado la obra de Julio Visquerra.
Etapas que están reflejadas en “Retrospectiva”, la exposición que la Galería Nacional de Arte (GNA) tendrá abierta al público durante un año.
Y aunque en una sala no se puede mostrar el vasto trabajo del pintor hondureño, esta colección expone los saltos más importantes en la trayectoria de 53 años de Visquerra.
La exhibición se une al proyecto “Tres salas, tres generaciones” que maneja la GNA, y se suma a las ya instaladas exposiciones de Santos Arzú Quioto, “Sudarios y centinelas”, y Adonay Navarro, “S.O.S”.
Visquerra mencionó que al ver esta exhibición es más consciente de que ha estado trabajando prácticamente toda su vida.
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Es así que “Retrospectiva” presenta varias influencias, comenzando por el impresionismo que marcó su obra en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA); mientras que su pintura realizada en España tiene la huella del expresionismo, pasando posteriormente al realismo fantástico, cuando llegó a Austria, y decantándose por el realismo naturalista en su etapa en Málaga, “donde realmente me encontré, donde viví todas las estaciones del año en las montañas, y todo ese proceso de evolución de las frutas, que fui impregnando en mis cuadros, y donde surge ese elemento que no deja de acompañar mis cuadros”.
El colorido de su obra da cuenta de esos años en los que vivió en Europa hasta regresar a Honduras, donde el trópico ha influenciado el potente colorido de su obra.
Para el crítico de arte, Carlos Lanza, “cada etapa del artista va marcando el ritmo con el que percibe la vida, es bien claro en esta retrospectiva que los diferentes procesos con que Visquerra va encontrando las formas de retratar la realidad le van dando también un matiz al color y una orientación a la forma”.
