Tegucigalpa, Honduras
¿Una obra de teatro en el Cementerio General? Suena a algo descabellado... toda una aventura.
Y así lo fue. Desde que el bus salió del Centro Cultural de España en Tegucigalpa la emoción se siente porque no sabemos qué esperar, no es como llegar a un teatro, pagar la entrada y sentarse a ver una obra, esto iba a ser diferente.
Al pasar la entrada principal del Cementerio General todos nos convertimos en muertos y somos los invitados especiales de una fiesta que realizan en la capilla los habitantes de este emblemático y abandonado lugar de la capital hondureña.
El expresidente Marco Aurelio Soto nos recibe con un saludo para luego preguntar cómo fue nuestra muerte... y divierte seguirle el juego.
Luego una de las organizadoras de la fiesta anuncia que el grupo anfitrión realizará una obra de teatro: “Don Juan Tenorio”, y le asigna a cada uno sus papeles.
El poeta Juan Ramón Molina será don Juan Tenorio, el expresidente Marco Aurelio Soto encarnará a don Luis Mejía, y Visitación Padilla es doña Inés, y así el resto del elenco se completa con otros muertos del lugar.
Los personajes, vestidos para la ocasión y con gran ánimo, inician la puesta en escena con don Juan Tenorio y don Luis Mejía haciendo el resumen de su anterior doble apuesta que consistía en ver quién había obrado peor con mejor fortuna al término de un tiempo, y quién había matado a más hombres y conquistado a más mujeres; lejos de sentirse satisfechos con el resultado, hicieron otra apuesta: conquistar a una novicia que esté por profesar, y sumado a esto, don Juan le dice a don Luis que él le quitará a su prometida, doña Ana de Pantoja, a pesar de que doña Inés de Ulloa es a la vez su prometida.
Ahí empieza una batalla a muerte entre los dos caballeros, aunque el perdedor seguirá siendo don Luis.
Por sus actos y la estela de muertes que ha dejado, don Juan huye, pero regresa para encontrarse más solo que nunca, y aún en la muerte doña Inés lo salva del tormento del Infierno, para estar juntos aunque sea en el cielo.
Esta adaptación de la obra de José Zorilla publicada en 1844 y ambientada en 1545, está bien lograda, transforma el drama amoroso en una comedia que no deja por fuera los guiños a la época actual, incluso, a manera de flashazos, incorpora canciones que los treinteañeros de ahora identificaron con mucha gracia.
¿Una obra de teatro en el Cementerio General? Suena a algo descabellado... toda una aventura.
Y así lo fue. Desde que el bus salió del Centro Cultural de España en Tegucigalpa la emoción se siente porque no sabemos qué esperar, no es como llegar a un teatro, pagar la entrada y sentarse a ver una obra, esto iba a ser diferente.
Al pasar la entrada principal del Cementerio General todos nos convertimos en muertos y somos los invitados especiales de una fiesta que realizan en la capilla los habitantes de este emblemático y abandonado lugar de la capital hondureña.
El expresidente Marco Aurelio Soto nos recibe con un saludo para luego preguntar cómo fue nuestra muerte... y divierte seguirle el juego.
Luego una de las organizadoras de la fiesta anuncia que el grupo anfitrión realizará una obra de teatro: “Don Juan Tenorio”, y le asigna a cada uno sus papeles.
El poeta Juan Ramón Molina será don Juan Tenorio, el expresidente Marco Aurelio Soto encarnará a don Luis Mejía, y Visitación Padilla es doña Inés, y así el resto del elenco se completa con otros muertos del lugar.
Los personajes, vestidos para la ocasión y con gran ánimo, inician la puesta en escena con don Juan Tenorio y don Luis Mejía haciendo el resumen de su anterior doble apuesta que consistía en ver quién había obrado peor con mejor fortuna al término de un tiempo, y quién había matado a más hombres y conquistado a más mujeres; lejos de sentirse satisfechos con el resultado, hicieron otra apuesta: conquistar a una novicia que esté por profesar, y sumado a esto, don Juan le dice a don Luis que él le quitará a su prometida, doña Ana de Pantoja, a pesar de que doña Inés de Ulloa es a la vez su prometida.
| El elenco La obra cuenta con las actuaciones de Fredy Matute (don Juan Tenorio), Cristian Roque (don Luis), María Pacheco (doña Inés),
Vera Guillén (don Gonzalo), Allan González (Marco Ciutti y Lucía), Roberta Reyes (doña Ana y capitán Centellas), Abner Artica (madre Abadessa y capitán Avellaneda) y Marey Álvarez (Brígida), el escultor y narradora). |
Por sus actos y la estela de muertes que ha dejado, don Juan huye, pero regresa para encontrarse más solo que nunca, y aún en la muerte doña Inés lo salva del tormento del Infierno, para estar juntos aunque sea en el cielo.
Esta adaptación de la obra de José Zorilla publicada en 1844 y ambientada en 1545, está bien lograda, transforma el drama amoroso en una comedia que no deja por fuera los guiños a la época actual, incluso, a manera de flashazos, incorpora canciones que los treinteañeros de ahora identificaron con mucha gracia.
El ejercicio puede resultar retador tanto para el público como para los actores, pero en una obra al aire libre que se mueve de un lugar a otro no queda más que dejarse llevar y disfrutar la experiencia a pesar de las distracciones, que se quedaron minimizadas ante la actuación de un elenco que en ningún momento dejó decaer la puesta en escena.
Es de reconocer el trabajo realizado por el director José Luis Recinos, que de la mano de los actores hicieron que el públicos disfrutara de una función única.
La obra de 'Don Juan Tenorio' fue presentada el 2, 6, 16 y 23 de noviembre.
