tegucigalpa
¿Por qué le temo al amor? ¿por qué no puedo enamorarme? estas y otras interrogantes son muy frecuentes en la vida sentimental de muchas personas que le temen a darse una nueva oportunidad en el amor.
“Tengo 21 años, mis relaciones nunca funcionan, todo empezó cuando tuve mi primer novio a los 17, le di todo, pero al final él rompió conmigo sin importar nada, solo dijo que ya no me amaba”, así comienza el desalentador testimonio de una joven lectora del portal UCI del Amor, en cuyos planes no está volver a enamorarse. El relato de esta lectora anónima compartido por Julio César dos Santos, pastor y consejero matrimonial, quien es encargado de este portal, cuenta la difícil tarea de esta chica ante el temor de tener una nueva pareja. “Tengo pretendientes y salgo con chicos que me atraen, pero cuando es momento de dar el siguiente paso y me piden ser novia, ellos de la nada dejan de gustarme, ya no veo sus virtudes como antes y por el contrario lo único que puedo encontrar en ellos son defectos”, asegura la joven, quien además confiesa que al final se avergüenza de ellos y termina por lastimarlos y causarse daño ella misma. “Me siento decepcionada, mis amigas dicen que escojo demasiado y que me quedaré sola toda la vida, pero yo deseo enamorarme, ayúdame, por favor”, finaliza la carta.
A vencer los temores
Con el tema el consejero relaciona un término que está estrechamente vinculado con este problema: la filofobia, palabra que proviene del griego “filos”, que significa “amante” o “amado”, y fobia, que quiere decir “miedo”. Por lo tanto, el significado de la palabra filofobia no es más que el miedo intenso e irracional a enamorarse.
Según el pastor, las personas que la sufren le temen al amor o a formar lazos emocionales de cualquier tipo, por esto la filofobia está clasificada dentro del grupo de enfermedades mentales conocidas como trastornos de ansiedad. Este síndrome se asocia con otra realidad basada en la teoría de “si no amo, no sufro”, cuando lo que sucede es que la persona se autoprotege para no salir lastimada (o) al ser abandonada (o) por su pareja y no cumplir con las expectativas de ese ser amado
