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Fernando Cortés expone Sweet Dreams en LL Proyectos

Con la inauguración de esta muestra fotográfica también se abrió este espacio que es una iniciativa del artista Leonardo González

FOTOGALERÍA
22.06.2017

Tegucigalpa, Honduras

En un país como Honduras la paz y el respeto a los derechos son un sueño, una realidad deseada que a veces se ve como una ilusión. Y aludiendo a esta condición el artista Fernando Cortés presenta en el LL Proyectos la muestra Sweet Dreams (“Dulces sueños”).

En su obra las mujeres representan el mensaje del artista cubiertas, unas más, otras menos, de dulce, de ese que se utiliza en pastelería para decorar los postres, y que en esta propuesta cubre el rostro de las féminas que en algunas piezas parecen vírgenes.

“Sweet Dreams es un sueño, una especie de ilusión. Trata sobre la violencia y el maltrato que pasan las mujeres”, dijo el artista.

Cortés se dedica a la pastelería y ha fusionado este elemento con el performance y la fotografía.

En Sweet Dreams el dulce tiene un doble sentido, desde el propio, el comestible, el deseado, y el que tiene que ver con lo efímero, con una especie de maquillaje que funciona como una máscara, “que cubre la vida y lo cotidiano de las personas”.

Su propuesta fotográfica también evoca la religión, en una de las obras se ve una figura en total oscuridad con una corona de espinas blanca, en otras las mujeres, como ya lo había mencionado, parecen vírgenes. Sus musas o están dormidas o a la espera, observadoras, tristes o sensuales.

Sobre la muestra, que finaliza el 29 de junio, se realizará un conversatorio.

LL Proyectos está ubicado en el barrio La Leona, a un costado del parque, en la calle La Alhambra, casa 1635. El espacio está abierto de lunes a sábado de 11:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.

LL Proyectos

El artista Leonardo González ha puesto en marcha esta iniciativa que ha titulado LL Proyectos (La Leona Proyectos) y que tiene como objetivo fomentar la alta calidad en la producción de proyectos de arte contemporáneo.

La plataforma fue concebida “frente a la carencia de espacios de experimentación y respeto al arte contemporáneo”, dijo González.

Con este espacio González retoma de forma individual la idea de un proyecto colectivo en el que estuvo junto con otros artistas a inicios de la década del 2000, y que se llamó La Cuartería, que generó importantes propuestas de arte contemporáneo que abonaron valiosos aportes a la historia de esta disciplina en Honduras.

La Cuartería también funcionó en una casa, en ese entonces la de Adán Vallecillo, en la Villa Olímpica, donde los artistas tenían un taller desde el que se propiciarion otros cuestionamientos y procesos enriquecedores.