tegucigalpa
Gaspar Obando y Vanessa Ringel celebraron la antesala de su boda con un vino de honor, en compañía de sus familiares y amigos cercanos. Con un ambiente romántico, recreado con detalles nupciales, con el toque especial del event planner Alejandro Pineda, los salones principales del hotel InterContinental se engalanaron con velas, chandeliers y rosas blancas que permitieron a los novios y a sus invitados transportarse a la gran noche de su enlace que se celebrará el próximo 27 de mayo en México.
En un acto simbólico, Gaspar Obando, padre del novio, inició la velada con un emotivo brindis para desearle lo mejor a la pareja y compartir la dicha de su unión con familiares y amigos, que por motivos de fuerza mayor no podrán acompañarlos en la ceremonia nupcial, que tendrá como escenario el lujo y el encanto de la Riviera Maya, en el caribe mexicano.
Fiel al código de vestimenta del lugar donde se realizará la boda, la novia lució regia con un atuendo en corte imperio y escote tipo hombros caídos, acompañado de una delicada corona de flores que adornaba su rubia cabellera, ligeramente ondulada.
Mientras tanto, sus seres queridos disfrutaron una fiesta bailable amenizada por Son de Tepas y sus originales interpretaciones, que motivaron a todos a estrenar la pista.
El suculento cierre de la noche fue el banquete nupcial, que consistió en una degustación con islas de bocadillos árabes, estación fría de ceviches, quesos y jamones, pastas, carnes, sushi y una mesa variada con finos postres y dulces antojitos
