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El secreto de la atracción sexual

¿Por qué nos fijamos en unas personas y en otras no? Los sentidos y la mente juegan un papel fundamental

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06.01.2017

Tegucigalpa, Honduras
Sentir atracción por alguien es algo sencillo y rápido, aunque sus implicaciones no siempre lo sean.

Pero a veces surge la pregunta de por qué nos fijamos o enamoramos de algunas personas y de otras no, y es aquí donde entran en juego los sentidos, más que la razón.

Para dar respuesta a esta interrogante hay dos teorías, la primera es la “teoría de la correspondencia”, que en pocas palabras es el mapa mental o molde que ha construido cada persona para determinar qué tipo de persona es la que podría enamorarla (o), quienes no encajan en ese mapa pueden tener muy buenas características a nivel físico e intelectual, y simplemente no resultar atractivos.

Expertos señalan que este mapa se forma en la niñez, entre los cinco y los ocho años, y es el resultado de las relaciones familiares y con los primeros amigos.

La otra teoría es la que involucra los sentidos, el olfato es el que podría determinar a quién encontramos irresistible.

Según estudios realizados por universidades de Estados Unidos, el olor de un hombre puede hacer a una mujer sentirse segura y a la vez sexualmente excitada. Esto coincide con otras investigaciones, que señalan que muchas mujeres encuentran a los hombres sudorosos atractivos (no a todos), ya que el sudor tiene un aroma en cada persona.

Ambos planteamientos tienen sentido, ya que por ejemplo durante la ovulación de la mujer, el hombre produce más testosterona, la hormona generada ante estímulos sexuales.

¿Cuánto dura la atracción?
La famosa sensación de mariposas en el estómago que provoca esa reacción química y física que se produce cuando se siente atracción hacia alguien, disminuye con el tiempo, según expertos la etapa de meseta llega entre los tres y cuatro años, cuando las hormonas comienzan a intervenir en estos procesos químicos. Llegados a ese punto, es necesario trabajar más en la relación para mantener el interés y el deseo