Tegucigalpa
La actividad económica del país muestra una tendencia creciente para el presente año, pero el panorama cambió para 2018.
Según el Banco Central de Honduras (BCH), el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) indicaba en septiembre una mejora de 2.1% en la economía y llegaba a 5.5% en relación con 2016.
El informe de proyecciones del BCH daba un alza de la economía de hasta 4.5%, superior a la meta de febrero que oscilaba entre 3.4 y 3.7%.
Aunque es probable que se supere la proyección original, “algunas metas del 2018 podrían revisarse a la baja. Menor inversión externa es lo que se avisora”, estima la expresidenta del Colegio de Economistas, Liliana
Castillo.
De igual manera, los economistas Salvador Melgar y Claudio Salgado estiman que este año se crecerá, pero la inflación se disparará y los verdaderos efectos serán a futuro. “La actividad de fin de año se distorsiona y el impacto dependerá del accionar político”, opinó Salgado.
Fitch y Bloomberg
Previo a las elecciones, la calificadora de riesgo Fitch Ratings calificó en “riesgo alto” el entorno operativo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Una de las razones fue Honduras como país sede de ese organismo.
“Fitch evalúa el riesgo político y clima de negocios de Honduras, donde se ubica la sede principal, como de ‘riesgo alto’. Esta evaluación considera los desafíos que enfrenta el país en cuanto a estabilidad política, tasas de criminalidad y violencia y desigualdad económica”, dice José Berríos, analista de Fitch.
Honduras se ubica por debajo del percentil 50 en los indicadores de gobernabilidad publicados por el Banco Mundial.
Después de las elecciones fue Bloomberg quien dio la mala noticia sobre una baja en los bonos soberanos hondureños que habían repuntado en el transcurso del año. Según Finanzas, la baja es de 1.38% y el país tiene unos $1,700 millones de bonos en dólares en circulación.
Los bonos son comprados por inversionistas externos que verán una caída en su valor original. “Si alguien compró un bono a 113 dólares hoy (la semana anterior) lo puede vender a 111, o sea que le perdió 2% de valor”, explicó el ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato.
Esto significa que si el gobierno ocupa dinero de los mercados o de los bancos, va a costar más. Esto afecta a la empresa privada y, por ende, a todos los que acudan a la banca privada a solicitar créditos. Una contracción económica es algo muy posible.
La actividad económica del país muestra una tendencia creciente para el presente año, pero el panorama cambió para 2018.
Según el Banco Central de Honduras (BCH), el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) indicaba en septiembre una mejora de 2.1% en la economía y llegaba a 5.5% en relación con 2016.
El informe de proyecciones del BCH daba un alza de la economía de hasta 4.5%, superior a la meta de febrero que oscilaba entre 3.4 y 3.7%.
Aunque es probable que se supere la proyección original, “algunas metas del 2018 podrían revisarse a la baja. Menor inversión externa es lo que se avisora”, estima la expresidenta del Colegio de Economistas, Liliana
Castillo.
De igual manera, los economistas Salvador Melgar y Claudio Salgado estiman que este año se crecerá, pero la inflación se disparará y los verdaderos efectos serán a futuro. “La actividad de fin de año se distorsiona y el impacto dependerá del accionar político”, opinó Salgado.
Fitch y Bloomberg
Previo a las elecciones, la calificadora de riesgo Fitch Ratings calificó en “riesgo alto” el entorno operativo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Una de las razones fue Honduras como país sede de ese organismo.
“Fitch evalúa el riesgo político y clima de negocios de Honduras, donde se ubica la sede principal, como de ‘riesgo alto’. Esta evaluación considera los desafíos que enfrenta el país en cuanto a estabilidad política, tasas de criminalidad y violencia y desigualdad económica”, dice José Berríos, analista de Fitch.
Honduras se ubica por debajo del percentil 50 en los indicadores de gobernabilidad publicados por el Banco Mundial.
Después de las elecciones fue Bloomberg quien dio la mala noticia sobre una baja en los bonos soberanos hondureños que habían repuntado en el transcurso del año. Según Finanzas, la baja es de 1.38% y el país tiene unos $1,700 millones de bonos en dólares en circulación.
Los bonos son comprados por inversionistas externos que verán una caída en su valor original. “Si alguien compró un bono a 113 dólares hoy (la semana anterior) lo puede vender a 111, o sea que le perdió 2% de valor”, explicó el ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato.
Esto significa que si el gobierno ocupa dinero de los mercados o de los bancos, va a costar más. Esto afecta a la empresa privada y, por ende, a todos los que acudan a la banca privada a solicitar créditos. Una contracción económica es algo muy posible.
