La política monetaria del gobierno hondureño está bajo la mira del Fondo Monetario Internacional.
¿Por qué? El Banco Central de Honduras se comprometió con la misión técnica del FMI, en mayo de 2011, a “intensificar la postura de la política monetaria si las presiones inflacionarias se intensifican y proteger la posición externa”.
Lo anterior era parte de la segunda revisión practicada al programa económico que la administración de Porfirio Lobo Sosa había firmado en Washington en septiembre de 2010 y entrado en vigencia el 1 de octubre de ese año.
En buen español, de acuerdo con lo explicado por varios expertos monetarias consultados por EL HERALDO, significaba que el gobierno se comprometía a reactivar la devaluación de la moneda nacional a través del sistema de banda cambiaria, el que fue puesto en vigor el 25 de julio de 2011.
La banda cambiaria generó una ola especulativa en la subasta electrónica de divisas que realiza el BCH, lo que obligó a las autoridades de ese organismo a adoptar medidas de control para evitar variaciones abruptas en el tipo de cambio.
El control que ejerce el Banco Central en el sistema de banda cambiaria, que le permite devaluar dos centavos el tipo de cambio por semana, es lo que cuestiona el Fondo Monetario Internacional.
Así lo hizo ver la última misión técnica del FMI que permaneció en el país a comienzos de febrero pasado, destacando en una de sus conclusiones del comunicado de prensa divulgado que “la misión recomendó continuar mejorando el marco operativo de la política monetaria”.
El banquero Jorge Bueso Arias comparte la opinión de que la devaluación es controlada por el BCH. La reactivación de la banda cambiaria también ha tenido un impacto negativo en el nivel de las reservas internacionales netas en poder del Banco Central, provocando fuertes caídas.
La devaluación del lempira fue planteada por el FMI al gobierno liberal de Manuel Zelaya Rosales, la que fue aplicada a finales de abril de 2008, al pasar el tipo de cambio de 18.90 a 19.10 lempiras por dólar, pero fue suspendida un día después por las fuertes críticas de diversos sectores de la sociedad hondureña.
Cuestionamientos del FMI
Un documento elaborado por personal del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario sobre Honduras revela una serie consideraciones sobre la política monetaria.
Uno de los hallazgos más importantes es que “ha habido un breve esfuerzo por permitir que el lempira se moviera dentro de una estrecha banda, pero el Banco Central continuó acomodando por completo la demanda de divisas y mantuvo el tipo de cambio fijo en el borde más apreciado de la banda”.
Lo anterior coincide con los resultados reportados por el BCH sobre el mercado de divisas, ya que el tipo de cambio se devalúa entre siete y ocho centavos mensuales en la subasta electrónica.
Del 4 de enero al 8 de junio de 2012, el tipo de cambio de referencia ha pasado 19.04 a 19.44 lempiras por dólar, equivalente a una depreciación de 40 centavos y 2.1% en valores porcentuales.
“La adaptación gradual de un tipo de cambio flexible contribuiría a mantener el rol del tipo de cambio de ser un ancla nominal y mejorar la resistencia de la economía a choques”.
“El BCH ha acomodado toda la demanda de moneda extranjera a través de subastas diarias. De esa forma ha conseguido mantener el tipo de cambio pegado a la banda más apreciada”, subraya ese organismo internacional.
El Fondo Monetario Internacional ha presentado al gobierno de Honduras una evaluación completa del tipo de cambio vigente desde 1990 hasta la actualidad. Hasta 1990, el país mantuvo por 60 años anclado el tipo de cambio al dólar estadounidense, fijándose en dos lempiras por dólar, pero a partir de 1994 introdujo un sistema flexible.