TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La reapertura de la economía puede minimizar el impacto que dejará la pandemia del Covid-19 en Honduras. Sin embargo, a cerca de tres meses de paralización de un 90% de las empresas, los efectos son irreversibles.
Significa que las expectativas que se tenían a inicios del año no estarán ni cerca de cumplirse. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se proyectaba en 2.5%, pero los escenarios cambiaron con la llegada del Covid-19.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima una contracción de -2.5% y el Banco Central de Honduras (BCH) -4.5%, pero la Escuela de Negocios Incae prevé un desplome de hasta 6.4%, de acuerdo con un análisis de escenarios presentado por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
Causas y consecuencias
A raíz de la pandemia, las empresas cerraron sus puertas por cerca de tres meses, dejando a 250,000 empleados despedidos, 175,000 suspendidos y 300,000 tuvieron una reducción de hasta el 40% de su ingreso en las empresas formales.
En el sector informal, donde 1.6 millones de hondureños sobreviven del día a día, el 60% perdió su fuente de ingreso al paralizarse las empresas y la cadena de suministros.
La pérdida total del ingreso de los trabajadores asalariados y por cuenta propia ha sido de 13,613 millones de lempiras en los primeros 65 días, estimó el Cohep.
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La Inversión Extranjera Directa (IED) para este año será muy por debajo de lo registrado en 2019, cuando cayó en -48%, sumando apenas 498 millones de dólares, únicamente en reinversión de utilidades.
Las exportaciones podrían registrar una caída de 30%, equivalente a más de 1,100 millones de dólares. Es decir que bajarían de 4,160 a 3,027 millones de dólares este año. Igual disminución tendrá el ingreso de remesas familiares, estima el sector privado.
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La pobreza
El resultado de la crisis será un aumento en el desempleo, la pobreza y la migración. El índice de pobreza puede subir de 64.7% que cerró en 2019 a 68.7% para finales de este 2020. El de extrema pobreza subirá de 41.7% a 44%, proyectan ante el escenario actual.
El número de personas en pobreza pasará de 5.7 a 6.3 millones. Esto significa que habría unos 600,000 nuevos pobres o personas que caerán en la línea de la pobreza.
En consecuencia, habrá más personas que emigrarán hacia otros países en busca de mejorar las condiciones de vida.
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