Economía

Tábora: 'Si hay que ajustar contratos, lo vamos a hacer de manera firme”

El funcionario dijo que iniciarán con una auditoría de las cifras y contratos de la ENEE y la revisión del proceso de escisión

20.01.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El coordinador del Gabinete Económico, Marlon Tábora Muñoz, confía en que a través del diálogo y acciones concretas se logre un plan viable y creíble para el sector energético del país. También comentó, en entrevista con EL HERALDO, que busca estructurar un programa macroeconómico consistente con el fin de firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

¿Cuál será su trabajo en el gabinete y cómo queda con la embajada?
Mi rol es estrictamente de coordinación, como ya lo hice en el pasado, y seguiré colaborando con el Presidente en el manejo de la relación bilateral con Estados Unidos, como lo he hecho hasta la fecha, nada cambia.

No vengo a sustituir a nadie y es muy importante que se entienda de inicio que las responsabilidades institucionales seguirán estando en manos de las autoridades nombradas en cada institución, y al final cada quien será responsable de dar cuentas por su trabajo y decisiones, sobre todo, si son contrarias a lo que hemos propuesto. Vengo a sumar para estructurar un programa macroeconómico, coherente y consistente con la realidad del país con el propósito de lograr un nuevo acuerdo con el FMI en los próximos meses.

¿La ENEE es un tema de prioridad?
La ENEE es importante, pero más que enfocarse únicamente en pagar las cuentas, como se habla de manera excesiva, mi visión es recuperar rápidamente la sostenibilidad del sector eléctrico. Esto pasa en primer lugar por restaurar la institucionalidad del sector y avanzar de manera firme en la implementación eficaz de la Ley General de la Industria Eléctrica (LGIE) para luego crear las condiciones que nos permitan estructurar un plan de recuperación gradual de las finanzas de la ENEE que sea viable, creíble y, sobre todo, compartido por todos los actores involucrados en esta responsabilidad compartida, y de manera especial por el sector privado involucrado en el sector eléctrico.

Lo que sí tengo claro es que no habrá plan viable y creíble para recuperar la ENEE si no hay un programa macroeconómico sólido que nos permita alcanzar un acuerdo con el FMI para acceder a recursos concesionales de largo plazo y desarrollar un mercado de deuda en moneda local también de largo plazo.

¿Cuáles son las medidas que permitirán la solución y de quién depende?
No caeré en la irresponsabilidad de muchos de llegar y empezar a hablar como si tuvieran la bolita de cristal para resolver todos los problemas. Cuando exista consenso y acuerdo final sobre el plan, seguramente podré hablar responsablemente del mismo. Este es un trabajo de equipo, no de una sola “súper” persona, en donde la solución, si bien la tengo bastante clara de cómo lograrla, será el resultado de un proceso ordenado y gradual de diálogo y trabajo.

Estas primeras semanas mi enfoque estará en que las autoridades de la ENEE nos entreguen información verídica sobre las finanzas, que se aclaren cada uno de los contratos de compra de energía y servicios autorizados por la junta directiva de la ENEE, así como el estatus del proceso de escisión de la empresa en sus unidades de negocio, a fin de poder auditar la misma.

Mientras este proceso inicial no se cumpla, no es posible hablar de ningún plan de rescate. Adicionalmente, es de vital importancia consolidar el fortalecimiento institucional de la CREE, la puesta en marcha del Operador del Sistema (ODS), finalizar las regulaciones pendientes, en especial del marco tarifario y el estudio del Valor Agregado de Distribución (VAD).

¿Hay voluntad para concretar el plan?
En adición al compromiso adquirido por el Presidente conmigo para avanzar en resolver esta situación, uno de los elementos que más me ha motivado a colaborar es precisamente el apoyo y confianza de la mayoría de los actores involucrados en esta problemática. Sin embargo, estoy muy claro que acá hay un problema grave de conflicto de intereses, que seguramente hará que el proceso no sea fácil y que causará molestias y retrasos, algo que ya ha quedado evidente en estos dos días que he trabajado. Pero de eso se trata, de alcanzar consensos y que todos entiendan que para alcanzar una solución integral todos, sin excepción, tendrán que poner algo sobre la mesa. Nadie está por encima del bien común.

En su gestión anterior calificó como insostenibles algunos contratos.
Lo sigo manteniendo y creo que la evidencia actual me ha dado toda la razón en este y en muchos otros temas que mencioné antes. Sin embargo, es muy importante que una vez más quede claro que mi forma de trabajo, siempre y sin excepción, estará guiada por el estricto respeto al Estado de derecho y a las leyes. No soy de los que piensa que manteniendo una relación hostil es que se van a resolver las cosas, pero tampoco vamos a permitir que se siga abusando de la situación para capturar rentas en detrimento de los intereses de los ciudadanos. El diálogo permanente y constructivo será el instrumento que guiará este proceso de revisión, pero que también no quede duda alguna que si hay que ajustar contratos lo vamos a hacer de manera firme y tomaremos todas las medidas o decisiones que sean necesarias para corregir estas distorsiones.