Polideportivo

Seguridad en los Juegos Olímpicos, un dolor de cabeza

A cinco días para que arranquen la histórica cita deportiva en Río, aún hay dudas en este tema tan trascendental para la ciudad

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30.07.2016

Río de Janeiro, Brasil
Río de Janeiro luce tranquila, pero no lo está y mucho menos cuando apenas restan cinco días para que arranque la fiesta olímpica.

Los Juegos están por iniciar y entre tantas complicaciones que ha tenido el Comité Organizador, pero uno de los que más le ha dado problemas es poder garantizar la seguridad durante el desarrollo de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo.

Increíblemente el aspecto de la seguridad no está controlada al 100%, debido a que en las últimas horas han tenido que tomar una decisión radical. El Comité despidió a una empresa privada que se encargaría de liderar este asunto durante los Juegos Olímpicos, pero debido a la 'incompetencia', como titulan medios locales, tuvo que darle paso a la policía federal y estatal para que se encargue del orden en su totalidad.

La tarea no será nada fácil para los casi 85 mil agentes de seguridad que han sido designados para la justa olímpica, pues el caos social que vive Brasil, las permanentes protestas en contra de la organización de los Juegos y hasta las amenazas terroristas, han puesto de cabeza a los organizadores y al gobierno central. En las últimas semanas hasta hubo arrestos de personas supuestamente vinculadas con el estado islámico.

En el Parque Olímpico, ubicado en el sector de Barra de Tijuca, los controles son exagerados tanto para la prensa, turistas y las mismas delegaciones. Las revisiones son minuciosas y el despliegue de agentes es altísimo por la zona.

A lo largo y ancho de la ciudad se han instalado diversos operativos, sobre todo en los sectores de mayor conflicto para evitar cualquier desorden que atente contra la seguridad de los 17 mil atletas que participará en las olimpiadas y más de medio millón de turistas que se desplazarán durante las competencias oficiales (del 5 al 21 de agosto).

Río de Janeiro lucha contra todo. Contra el virus zika, la gripe HN1N1, líos de organización, el caos social y política y además contra las amenazas de boicot a los Juegos Olímpicos, una fiesta que han preparado para que sea histórica.