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Los tres fanáticos que han acudido a todos los Super Bowls

El domingo, Crisman, Gregory Eaton y Tom Henschel acudirán al Super Bowl 53. Son los últimos sobrevivientes del “Never Miss a Super Bowl Club”

02.02.2019

ATLANTA, ESTADOS UNIDOS.- Don Crisman menciona con precisión el momento cuando inició la racha: el 15 de enero de 1967. El precio de la entrada para el Super Bowl en el Coliseo Memorial de Los Ángeles costaba 12 dólares.

“Buenos asientos”, dijo Crisman, de 82 años. “Se podían comprar boletos por 6 y 10 dólares. Esos eran los tres precios”.

El domingo, Crisman, Gregory Eaton y Tom Henschel acudirán al Super Bowl 53. Son los últimos sobrevivientes del “Never Miss a Super Bowl Club” (El club nunca me perdido un Super Bowl), los únicos fanáticos de los que se tenga referencia de concurrencia perfecta al partido más trascendental de la NFL.

“Me he perdido bodas y funerales, pero nunca un Super Bowl”, dijo Eaton, de 79 años y residente de Lansing, Michigan. 'Todos en mi familia saben que no deben planificar nada porque saben que me voy durante esa semana”:

El costo de los boletos se ha disparado con el paso de los años. Eaton dijo que pagó 2,000 dólares para el Rams-Patriots el domingo. Lo más que pagó fue 3,000 para el Super Bowl 48 en East Rutherford, Nueva Jersey, en 2014.

Ahora, con los Rams midiéndose ante Tom Brady y los Patriots en Atlanta, mantener la racha es más importante que el precio. No siempre ha sido un paseo.

Henschel, de 78 años, y un fanático de los Steelers que vive cerca de Pittsburgh, casi se perdió la cita de Nueva Orleáns para el Super Bowl 6 en 1972.

'Me la pasé toda la noche de jerga en Bourbon Street y me desperté como a las 5 o 6 de la mañana y no podía respirar”, dijo Henschel. “Quedé tirado. Pude salir a la calle y un policía me llevó al hospital. Acabé en una sala de emergencia, con terapia intravenosa y oxígeno”.

Crisman casi se perdió el Super Bowl 2 en Miami cuando una tormenta obligó que su avión privado aterrizara en una base abandonada de la Fuera Aérea en Carolina del Sur. Tuvo que tomar un tren que demoró 24 horas en llegar a Miami, a solo dos horas del inicio del partido Packers-Raiders.

“Mi racha estuvo a punto de acabar antes de comenzar”, dijo.

Crisman repartió camisetas del club por el Super Bowl 53 al encontrarse con Henschel y Eaton para un almuerzo en el centro de Atlanta el viernes.

Los tres son mini celebridades durante estos días.

Crisman, fanáticos de los Patriots que reside en Kennebunk, Maine, dio un brindis por ex miembros del club que han fallecido, incluyendo a Larry Jacobson hace seis meses.
Crisman dijo que Jacobson era un fanático “singular”, que también mantenía rachas de acudir a 54 Rose Bowls seguidos y 15 Juegos Olímpicos de Verano.

Como fanático de los Patriots, Crisman ha disfrutado los más recientes Super Bowl. Dice que la victoria de Nueva Inglaterra, remontando ante los Falcons de Atlanta hace dos años, es su recuerdo favorito.

“Ese lo tenía en la columna de derrotas al descenso”, recordó.

Crisman confía que sus Patriots, que perdieron ante Filadelfia en el Super Bowl del año pasado, conquisten su sexto título. Por ahora, los Steelers de Henschel tienen el récord con seis.

El fanfarroneo entre Henschel y Crisman le pone sazón a la dinámica del grupo.
“Le voy con todo a los Rams”, proclamó Henschel.

En cambio, los Lions de Detroit de Eaton nunca han alcanzado un Super Bowl. Año tras año, mantiene intacta su racha.

“Lo tomo un año a la vez”, dijo Eaton. “Si la salud me lo permite, espero estar en por lo menos cuatro o cinco más”.

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