Tegucigalpa, Honduras
Las pruebas ciclísticas de largo aliento se convierten en un duro examen para el cuerpo y la mente de los deportistas. Son largas las distancias que se recorren y prolongado el tiempo en que se debe estar ejerciendo una misma actividad. Al llevar un pedaleo constante durante varias horas el cuerpo no solo se cansa sino que la mente se aburre, y esto puede dar al traste con el propósito de sacar adelante la prueba deportiva.
Cuando un ciclista se deshidrata en una prueba de largo aliento todas sus habilidades motoras y cognitivas se ven afectadas, disminuyendo su rendimiento y capacidad en un 20 por ciento. Acá te explicamos por qué.
Al ejercitarnos nuestro sistema físico hace que la sangre fluya por los músculos a una frecuencia mayor de la normal, por ende los órganos se dilatan. Esto se evidencia mucho más en el corazón y el cerebro que, al llevar un mayor ritmo, aumentan su capacidad de bombeo, oxigenando y transportando más nutrientes y calorías a cada célula de nuestro cuerpo para compensar el desgaste energético al que estamos siendo sometidos.
Es gracias a que el cerebro mantiene una correcta conexión con el sistema nervioso central que esta maravilla de máquina, que es el cuerpo humano, logra distribuir por todo el sistema la energía necesaria para el ejercicio.
Si nos deshidratamos se reduce la conexión entre el cerebro y el sistema nervioso central. Con el agotamiento físico el desgaste mental se evidencia y el cuerpo, para compensar la falta de líquido, debe hacer un esfuerzo sobre natural intentando balancearse.
Por ello el ciclista empieza a sentir sueño, su capacidad de reacción y concentración disminuye, y la temperatura corporal aumenta al no poder sudar. Los músculos empiezan a perder capacidad de recuperación y el cansancio empieza a incrementar de forma peligrosa impidiendo la elasticidad y elongación necesarias al desempeño del deportista.
Al perder concentración mental se desvanece la percepción del entorno, decrece la capacidad de cálculo, la atención al frenado se reduce y esto puede llegar a ser fatal porque en un descenso, una curva a alta velocidad mal tomada, puede llegar a ser fatal para la integridad física del ciclista.
Es por esto que hidratarse es útil y saludable, especialmente si queremos mantener nuestra atención, concentración y si deseamos llegar a la meta en las mejores condiciones. No olvidemos que la adecuada hidratación evitará poner en riesgo nuestro cuerpo pues nos ayudará a escuchar sus mensajes y percibir sus señales.
Ahora que sabes esto recuerda hidratarte antes, durante y después del ejercicio, para llevar una salud sana y ayudar a tu cuerpo a superar con creces tu prueba ciclística de largo aliento. ¡A pedalear!
