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Español Sergio García recorrió un largo camino entre lágrimas para ganar el Masters de Augusta

García jamás habría imaginado cuánto le tomaría ganar un Major, y tenía motivos para creer que nunca sucederí

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10.04.2017

Augusta, Georgia, Estados Unidos
Dieciocho años y 71 Majors después, Sergio García volvió a romper en llanto.

Esta vez, sin embargo, con una sonrisa en el rostro.

El domingo en el Masters vivió un momento de mayor júbilo, muy distinto a la ocasión en que García participó en su primer Major como profesional en el British Open de 1999 en Carnoustie.

Tenía 19 años y ya contaba con la etiqueta de estrella y del próximo gran rival de Tiger Woods. García fue amateur en el Masters de ese año. Tuvo una ronda de 62 en el Byron Nelson Classic y empató en la tercera posición en su debut como profesional en la PGA. Ganó el Abierto de Irlanda, y la siguiente semana quedó segundo, solo detrás de Colin Montgomerie en el Abierto de Escocia.

Y entonces, firmó rondas de 79 y 83 en Carnoustie, y salió del campo sollozando sobre el hombro de su madre.

García jamás habría imaginado cuánto le tomaría ganar un Major, y tenía motivos para creer que nunca sucedería.

'Pasé esperando mucho tiempo', dijo García tras su victoria en el primer hoyo del playoff sobre Justin Rose.

Nadie había jugado tantos Majors como García antes de ganar el primero, así que esas lágrimas eran tanto de alegría como de alivio. Y se notó.

Phil Mickelson saltó — no muy alto — cuando finalmente ganó su primer Major en Augusta National en 2004. García, quien solo necesitaba dos putts desde 12 pies en el primer hoyo adicional ante Rose, se agachó cuando su putt para birdie entró al hoyo. Cerró los puños y los agitó en repetidas ocasiones. Lanzó varios gritos. Envió un beso al público, que cantaba su nombre. Se agachó nuevamente, puso su mano sobre el green y golpeó el césped.

'Simplemente pasaron muchas cosas por mi cabeza', reconoció.

Junto con los reflejos de felicidad de sus allegados — incluyendo a Angela Akins, la ex reportera del Golf Channel con la que contraerá nupcias en julio — ese último exabrupto de emoción fue pensando en 'los momentos en los que las cosas, desafortunadamente, no salieron como quería'.