Se vale soñar, señores. Ya pasó con Uruguay en el estadio Maracaná (1950) y con Alemania en el Minerao (2014). Brasil no es invencible en su casa y Honduras tiene a las puertas un llamado a recetar un maracanazo olímpico a la verde-amarela.
El rostro de los jugadores denotaba cansancio tras el gran esfuerzo que realizaron en el partido contra Corea del Sur, que nos permitió acceder por primera vez en la historia de nuestro fútbol, a unas semifinales en Juegos Olímpicos, pero la felicidad interna de estos muchachos es inmensa.
El equipo nacional viajó de retorno a Río de Janeiro, donde el próximo miércoles enfrentaremos a Brasil por las semifinales del torneo Olímpico.
El plantel salió de Belo Horizonte en horas de la mañana, voló durante una hora y 20 minutos, se instaló en la Villa Olímpica nuevamente y en horas de la tarde hará su sesión de entrenamiento en la cancha del Club Flamengo.
El equipo comandado por Jorge Luis Pinto está más motivado que nunca tras haber logrado el pase histórico a semis. Afortunadamente no hay lesionados, pero sí futbolistas con mucha fatiga física, sobre todo el caso de Romell Quioto, quien necesita hacer un trabajo de recuperación arduo para llegar bien al duelo del miércoles.
Los muchachos se ven de buen ánimo, pero mantiene el equilibrio mental en este momento tan importante de sus carreras. Es clave apuntar que los jugadores de esta Sub 23 se ven muy concentrados en su objetivo. No hay distracciones en ningún momento.
La Bicolor sigue en camino hacia la obtención de una medalla olímpica y el próximo obstáculo nada más y nada menos que es Brasil, el equipo anfitrión y que es liderado por el crack del Barcelona Neymar.
El duelo por las semifinales entre Honduras y Brasil está programado para este próximo miércoles en el histórico Maracaná a partir de la 1:00 de la tarde, hora local (10:00 am de Honduras).
